Lucy, la mecánica: “Siempre he defendido que las profesiones no tienen género”
“Usted, más o menos, trae una línea de lo que le gusta hacer desde pequeño. Lo que hay que hacer es escuchar al corazón y no a las voces que lo desaniman”, asegura Arrieta.
Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que tiene sus raíces en la lucha de las mujeres por participar en la sociedad en pie de igualdad con los hombres. Lucía Arrieta es, sin duda, un ejemplo de esa equidad en Costa Rica.
Desde su etapa colegial, ella dejó una gran huella. Fue la única mujer de la generación 1995, en el Colegio Vocacional de Artes y Oficios de Cartago (COVAO), en graduarse como mecánica automotriz: de 14 egresados de esa especialidad, en aquel año, 13 eran hombres. Arrieta asegura que, a la fecha, mantiene una linda amistad con todos sus excompañeros.
“Es simplemente algo que a uno le nace, desde chiquitilla me gustó desarmar cosas, ahí crecí, desarmando, me gustaba revisar cosas, ya luego fuimos a visitar el COVAO y me gustó, quise irme por el lado de la mecánica. Mis papás me han apoyado siempre”, relató a Teletica.com.
De aprendiz a jefa de mecánicos
Esta vecina de Alajuela asegura que siempre fue muy inquieta y que en el colegio le pedía a los profesores que le ayudaran a buscar trabajo en vacaciones, ya que, a diferencia de los compañeros que tenían familiares mecánicos, ella no estaba tan preparada: su padre era carpintero y no tenía tíos mecánicos.
Fue así como, durante su periodo de descanso, iba a una agencia para aprender y desarrollar su habilidad y conocimiento.
“Fue algo complicado, imaginen, una chiquita de 16 años trabajando en un taller, pero yo siempre tuve las ganas de aprender. Eso va tanto en la personalidad, que usted quiera salir adelante y no darse por vencido. Conforme usted va dando su trabajo honesto y con mayor esfuerzo, la gente lo va notándolo y te abren las puertas. Así fui surgiendo hasta que llegué a ser jefa de mecánicos”, recordó.
Venció obstáculos
Con dos hijos de 17 y 21 años, la mecánica logró vencer los obstáculos que le presentaba la vida, incluso llegó a ganarse la confianza de personas que desconfiaban de ver a una mujer en “labores de hombres”.
“Al principio es duro, ya como jefa tuve a un señor que estaba por jubilarse bajo mi cargo, imagínese qué difícil, un mecánico de la vieja escuela, entrado en años y que llegue una muchacha joven como jefa, era complicado; pero, poco a poco, me fui ganando su confianza, incluso, hoy por hoy todavía me siguen diciendo jefa.
"Es difícil con los compañeros, porque algunos se sentían con miedo de que uno hiciera mejor las cosas; pero, como le digo, mucho tiene que ver con la personalidad, enfrentarse a hablar y decirle a la gente que me dé la oportunidad”, agregó la profesional.
Cerrando la brecha
Arrieta asegura que la brecha laboral en profesiones que antes se consideraban solo "de hombres" se está cerrando: ahora hay hasta gerentes de servicio en muchas empresas y cada vez más mujeres deciden estudiar carreras en estas áreas; pero cree que todavía falta avanzar más como país.
“La brecha de ver este trabajo como solo para hombres se está cerrando; sin embargo, no como yo quisiera, porque si he escuchado de chicas que estudiaron mecánica y no logran conseguir trabajo.
“Yo siempre he defendido que las profesiones no tienen género, coger una escoba para barrer un piso, no es hombre o mujer, cualquiera de los dos lo puede hacer, en cualquier tema, si es su pasión, si es lo que le gusta, hágalo sin miedo (...) Usted, más o menos, trae una línea de lo que le gusta hacer desde pequeño. Lo que hay que hacer es escuchar al corazón y no a las voces que lo desaniman”, detalló.
La honestidad y mantener los valores son parte de esa forma en que se puede demostrar empatía con los demás, sin importar su género, destaca Arrieta, quien ve como un gran avance que, actualmente, muchas mujeres trabajan en la parte administrativa de las empresas, fomentando que se amplíen las oportunidades laborales femeninas.
“Hay que ser honesto con uno mismo, no tener miedo, lo malo es no intentarlo, la honestidad es una palabra muy grande, decirse la verdad a uno mismo y a los demás, y hacerlo con pasión”, añadió.

Asesora y conferencista
Como todo un ejemplo de superación y profesionalismo, esta madre no deja de motivarse y motivar a otros. Actualmente, se encarga de dar asesorías, cursos y talleres, especialmente dirigidos a mujeres, con el objetivo de que conozcan los elementos básicos de un carro, aprendan cómo funciona el motor y el mantenimiento preventivo al que deben someterse los vehículos: en general, trabaja en una forma de empoderar a las mujeres por medio de la mecánica.
Gracias al apoyo familiar, Arrieta le ha dado un gran uso a las redes sociales, donde se ha dado a conocer como “Lucy, la mecánica”. En esas plataformas comparte algunos de sus consejos.
“Mis hijos me ayudan y están orgullosos. Con mi esposo estamos acostumbrados a tener conversaciones de carros en todo momento, siempre nos hemos apoyado el uno al otro, es parte de la convivencia en pareja.
“En Instagram hablo de conocimientos básicos del carro, cómo cuidarlo; en el curso, en el taller, mostramos todo lo del carro, es muy físico, tocar las partes del motor, entender todo eso le da un poder a la mujer, es una forma de empoderarlas, que luego ninguna persona las trate de ignorantes”, acotó.
Usted puede encontrar a Lucy, la mecánica, en un taller ubicado en el Alto de Guadalupe, San José, o bien en sus redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram, donde tiene más de 3.000 seguidores.