Por Juan José Herrera |27 de agosto de 2024, 11:18 AM

Hasta hace una semana, la reelección de Luis Porfirio Sánchez como magistrado de la Sala Segunda no solo parecía inminente, sino además natural.

La Comisión de Nombramientos, encargada de analizar el interés del abogado y juez por mantenerse ocho años más en ese cargo, recomendó al Plenario Legislativo acoger esa solicitud y permitirle al también presidente de ese órgano extender su magistratura hasta el 2032.

Sin embargo, todo cambió el martes de la semana anterior, cuando un artículo de opinión del abogado Mario Rucavado, publicado en el medio Delfino.cr, puso en tela de duda su continuidad.

¿Qué pasó?

Porfirio Sánchez ingresó al Poder Judicial en 1993 como auxiliar. Desde ahí, su carrera escaló hasta que en el 2000 fue nombrado como juez de trabajo del Segundo Circuito Judicial de San José, y 10 años más tarde, juez titular del Tribunal Superior Civil y de Trabajo de Alajuela.

En 2016 fue nombrado por ocho años como magistrado de la Sala Segunda y para octubre de 2022 pasó a ocupar la presidencia de ese órgano.

En el análisis de su posible reelección, la oficialista Pilar Cisneros calificó al juez como un funcionario probo e intachable, pero cuestionó que en su escritorio hacían fila más de mil expedientes, todos partes del gran pecado que es la mora judicial.

“Si somos realmente serios en lo que estamos haciendo, no podemos permitir que magistrados así se queden en la Sala. La mora judicial es el reclamo más serio que tienen los ciudadanos. Tiene casi mil expedientes atrasados en su despacho. La gente espera justicia, la gente quiere justicia y en este país no hay justicia pronta y cumplida”, dijo Cisneros aquel 14 de agosto.

Aun así, la comisión recomendó su reelección con seis votos a favor y uno solo en contra.

Pero el artículo de Rucavado lo cambió todo.

“Magistrado Porfirio Sánchez: una reelección inaceptable”, fue el título de ese artículo en que el abogado aseguró, entre muchas otras, que Sánchez tuvo una conducta sexual inapropiada con la entonces jueza interina Silvia Elena Arce. El presunto encuentro, que posteriormente Arce también confirmó, habría ocurrido en la oficina de Sánchez en el año 2000, cuando él era juez propietario en los Tribunales de Justicia de Goicoechea.

Ese artículo, y posteriores entrevistas de Arce a diferentes medios, aseguran que el abuso sexual existió, pero que se mantuvo oculto por temor a represalias y que, ahora, procesalmente ya prescribió.

Por esas acusaciones, el magistrado presentó este martes una querella contra Arce y Rucavado por el presunto delito de acción privada contra el honor.

En esa querella, de la que este medio tiene copia, Sánchez cuestiona que la comisión legislativa nunca conoció de ninguna denuncia o queja en su contra por supuestas conductas sexuales inapropiadas, pero que fue hasta su recomendación que se dio a conocer este caso.

“Las manifestaciones de los querellados Rucavado Rodríguez y Arce Meneses son falsas, pues los hechos que contienen sus manifestaciones, tanto en el diario digital Delfino.cr como La Nación, nunca ocurrieron y no son más que el reflejo de la mala intención de ambos, que saben que lo que afirman es mentira y responden a una evidente intención de difundirlas de la forma más pública posible, con el ánimo de afectar mi honor y decoro y deshonrar mi reputación como persona, juez y magistrado, especialmente en un momento en que he propuesto mi nombre para continuar ejerciendo el cargo de magistrado de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia ente el Congreso de la República”, se lee en ese documento.

“Soy un hombre de familia, esposo, padre de dos hijos, dedicado a mi labor profesional de una forma proba y transparente. La conducta que me inventa la funcionaria no es compatible con mis valores; mi intachable trayectoria laboral y profesional son prueba de ello”, insistió el magistrado en un documento posterior.

Aun así, el Congreso está hoy partido en torno a su reelección.

La fracción oficialista, el Frente Amplio, Nueva República y el Liberal Progresista ya hicieron público su rechazo a la reelección de Sánchez, mientras que Liberación Nacional y el PUSC aún analizan la situación.

La votación tendrá lugar el próximo lunes en el Plenario Legislativo. Para evitar seguir en el cargo, Sánchez necesitará que una mayoría calificada del Plenario, es decir, al menos 38, voten en contra de esa reelección.

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