MECO y Pedregal se contradicen por mejora de precio en reparación de aeropuerto de Liberia
Mientras el presidente de Pedregal calificó como inusual la solicitud que planteó Presidencia, el de MECO insistió en que esa posibilidad se incluyó dentro de los términos del cartel.
Los presidentes de las constructoras MECO y Pedregal ofrecieron dos versiones distintas sobre la mejora de precio que las autoridades les pidieron en la oferta para reparar la pista del aeropuerto de Liberia.
En audiencia ante la Comisión de Infraestructura, los dos ingenieros explicaron, de formas diferentes, cómo se llegó a esa rebaja en la licitación que finalmente ganó MECO.
El primero en atender a los diputados fue Rafael Ángel Zamora, presidente de Pedregal, la empresa finalista en ese concurso por el contrato de $40 millones que hoy es objeto de investigación tanto en sede judicial como legislativa.
Zamora explicó que esa rebaja los tomó por sorpresa y que llegó proveniente del Ministerio de la Presidencia.
El presidente de la constructora calificó esa situación como “inusual” y dijo que en ese último recorte el de MECO fue uno de los menores.
“Es un poco inusual que el Ministerio de la Presidencia haga una solicitud de mejoras de precio, todos hicimos una mejora, MECO hizo una y fue de las menores (…) Pero bueno, para todo hay una primera vez”, aseveró.
José Alfredo Sánchez, presidente de MECO, defendió a su vez que la posibilidad de esa mejora siempre estuvo presente en el cartel de licitación (como han defendido las autoridades) y que en el caso de su empresa la rebaja fue de alrededor de ₡500 millones, que se rebajaron de las utilidades finales y la partida de imprevistos.
Sobre la licitación, Zamora recordó que Pedregal hizo 13 apelaciones al cartel, de las cuales solo tres fueron acogidas.
Entre esas no estuvo el criterio de experiencia, que fue finalmente el punto decisivo para que MECO ganara el concurso.
Zamora insistió en que los 20 mil metros cuadrados que exigía el cartel siguen sin tener un criterio técnico que los justifique.
“¿Por qué cogieron 20 mil cuando la gran mayoría de aeródromos no llegan en el país a esas dimensiones?
“El sistema actual no nos lleva a ningún lado, el sistema de carteles. La experiencia es que vienen empresas extranjeras, que no traen ni un carretillo, y terminamos los nacionales haciendo las obras por subcontrato y simplemente ellos se ganan un margen grande por cumplir con las especificaciones de los carteles”, criticó.
El ingeniero incluso reconoció que propuso al exministro Luis Amador una alternativa a la propuesta licitada, que consistía en la construcción de 500 metros adicionales a la pista de aterrizaje para que ese extremo funcionara como parte de la pista principal mientras se reparaba el opuesto.
Esa alternativa, aseveró, le hubiera costado cerca de $17 millones al Estado contra los $40 actuales y habría tenido un riesgo menor para las empresas; sin embargo, dijo, esta fue rechazada por Amador.
Consultado sobre esa posibilidad, Sánchez defendió que ellos nunca mantuvieron conversaciones con ningún jerarca o funcionario vinculado a la licitación y que se limitaron a competir bajo los parámetros expuestos.
Insistió, además, que la complejidad de trabajar en una pista activa es enorme y que por eso la experiencia en aeropuertos internacionales era esencial, porque no es lo mismo trabajar en un aeródromo que se puede cerrar a una pista que está activa durante el día y cerrada solo por la noche.
También defendió, de nuevo, que no es correcto hablar de que el cartel fue “un traje a la medida” a favor de MECO.
“No existe evidencia o fundamento para hablar de que esto fue un traje a la medida, de ninguna forma, nuestra empresa fue parte de un proceso público y transparente que consta en el SICOP”, finalizó.
La insinuación de un contrato a favor de MECO surgió nada menos que del presidente Rodrigo Chaves, una afirmación que además se acompañó del despido de Amador y del entonces director de Aviación Civil, Fernando Naranjo, contra quienes además presentó una denuncia penal.