13 de julio de 2015, 1:41 AM

Desde finales de mayo no se registran erupciones de ceniza en el volcán Turrialba y la actividad sísmica ha disminuido.

Las autoridades aseguran que se trata de un periodo normal de calma, pero que el coloso podría volver a expulsar ceniza en cualquier momento.

La temperatura del volcán se redujo a la mitad: pasó de 600 grados a 300. Por eso la Red Sismológica Nacional (RSN) aprovecha para hacer mediciones más exactas.

Los alrededores del volcán también fueron afectados por las lluvias de las últimas semanas.

En la zona de quebrada Paredes, la erosión está provocando que el camino se reduzca a la mitad.

Y en el camino hacia La Silvia, los vecinos se encargan de mantener el paso habilitado.