Solo el 15% de los policías practican técnicas de disparo al menos una vez al año
En el mejor de los escenarios, deben pasar al menos cinco años para que la totalidad de la fuerza policial vaya al polígono a disparar por lo menos en una ocasión.
La ola de violencia en el país inyecta cada vez más miedo en la población. Los primeros encargados de nuestra defensa son los miembros de Fuerza Pública, pero, pese a que son miles de funcionarios, no todos están constantemente capacitándose de manera adecuada.
Datos del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) brindados a Teletica.com revelan que solamente entre un 15% y 20% de los oficiales del país realiza prácticas de disparo una vez al año.
Es decir, de los 12.000 policías que conforman los cuerpos de seguridad nacionales, solo 2.000 van al polígono a capacitarse en el uso adecuado de las armas de reglamento.
El año anterior, apenas 1.100 funcionarios recibieron el curso.
Además, las cifras revelan que, en el mejor de los escenarios, deben pasar al menos cinco años para que la totalidad de la fuerza policial vaya al polígono a disparar por lo menos en una ocasión.
"Sí es posible que haya uno o varios oficiales que no podamos llevar al menos una vez al año a polígono. Tenemos una cobertura de más de 1.000, pero tenemos una población policial mucho más grande. Si a eso le suma los oficiales que van a distintos cursos, y que en el marco de ese curso tienen la posibilidad de disparar, la cifra sufre un poco más.
"Podríamos tener una cobertura anual de un 20% de la fuerza policial en cuanto a las prácticas de disparo", dijo Daniel Calderón, viceministro de Seguridad y director de la Fuerza Pública.
El jerarca reconoce que la cobertura es baja y que deben fortalecer la práctica.
Cabe destacar que sí existe una política institucional de disparo, para quienes se deben asignar balas e instructores todo el año. El problema se centra en el tiempo y la cantidad de recursos económicos destinados para ese fin.
Actualmente, el país cuenta con varios campos de tiro en la Academia Nacional de Policía de Murciélago, en La Cruz de Guanacaste, y dos polígonos virtuales en la academia de Pococí.
En este último recinto se está llevando a cabo un proceso para la construcción de un polígono físico en colaboración con la Embajada de los Estados Unidos. Además, de vez en cuando se pueden utilizan los que están ubicados en las instalaciones de la Policía Penitenciaria.
"Gracias a la cooperación internacional, hace unos años adquirimos unos polígonos virtuales y en la Academia Nacional de Policía en Guápiles los oficiales que van a cursos de ascenso capacitación, y especialización también tienen la posibilidad de realizar el polígono virtual. Este utiliza las mismas armas de reglamento, pero están adaptadas a una pantalla 360° que les presenta escenarios reales en los que tienen que tomar decisiones", explicó Calderón.
No obstante, es importante aclarar que estos beneficios aplican únicamente para los oficiales regulares de Fuerza Pública y no para el personal de unidades especiales, quienes sí están en constante capacitación por los escenarios de alto riesgo a los que se ven expuestos.
Falta dinero... y tiempo
"Sí es cierto que hay gente que no va a disparar tan seguido, pero no es porque no tengamos una política, sino porque se necesita ampliar la cobertura del programa, los campos de tiro, e inyectar más recursos para ampliar la compra de municiones", reconoció el viceministro a este medio.
En otras palabras, las autoridades aseguran que, con más dinero, se podría ampliar la cobertura de disparo, y, por ende, lograr tener personal más preparado.
El tiempo también juega en contra de los esfuerzos de la fuerza policial, ya que se tiene que mantener un equilibrio entre la cantidad de personas en entrenamiento y los que están en las calles al servicio de la seguridad ciudadana.
Xiomara Rojas, secretaria general del Sindicato Independiente de Trabajadores Estatales Costarricenses, coincidió con Calderón en cuanto al dinero y a la atención que se le brinda a estos programas.
Considera importante no solo la capacitación de tiro, sino también el manejo de armas, la atención al público, las buenas relaciones y los derechos humanos, entre otros.
"Si en Costa Rica la gente tuviera conciencia de lo que es la inversión en seguridad, no habría ningún problema. El tema está en que no hay una planificación para que toda la Fuerza Pública de este país pudiera estar capacitándose cada seis meses en todas las materias (...) De acuerdo con el armamento que se esté utilizando tiene que haber una destreza", concluyó.
El país atraviesa una ola de violencia que ya ha cobrado la vida de al menos 298 personas en lo que va de 2023, es decir, más de dos homicidios al día.
