23 de septiembre de 2015, 8:55 AM

A Rocky nadie lo engaña y desde que llegó a Oreamuno algo le olía muy mal. En esta oportunidad no tuvo que olfatear mucho para hallar la razón por la cual nos llamaron los vecinos.

Se trata de una planta de tratamiento de aguas, que desde hace años lo único que trata es de hacer vomitar a quienes viven cerca.

Los vecinos afirman que tienen 30 años viviendo así y que prácticamente desde que se construyó la planta no le dan manteamiento.

Comentan que hasta le han ofrecieron ayuda a la Municipalidad pero el alcalde no aceptó.

Flory Méndez dice que incluso le propusieron cobrar mil colones por casa, “dar mil colones no es nada, con tal de dar mantenimiento a esa planta”.

Perros de Traba visitó el lugar y comprobó que efectivamente el olor es insoportable. Nosotros nos pudimos aguantar un rato, pero no sabemos cómo hacen los que no tienen más remedio que vivir ahí.

“Yo soy una persona muy pobre, pero a mí no me gusta vivir en estas indecencias en las que estamos viviendo aquí”, agregó Flory.

Todavía asqueados salimos de la propiedad y nos fuimos a la municipalidad de Oreamuno a buscar respuestas.

El alcalde José Huertas nos atendió, y por lo que nos dijo está muy enterado de qué tan grave es el problema. Por ello se comprometió con la comunidad pero esta vez frente a la cámara de Perros de Traba.

Huertas estima que en un plazo de siete meses se concretaría la intervención de la planta.


La semana pasada conocimos a doña Vemilda Álvarez. Un viuda enferma que tiene más de un año esperando su pensión.

Desesperada buscó a Perros de Traba y Rocky ladró en la Caja, donde se comprometieron a depositarle la plata a fin de mes.

Pero no hizo falta esperar tanto, doña Vemilda ya disfruta del dinero retroactivo que le debían desde el 2014, y también de la seguridad de tener, ahora sí, mes a mes su pensión.


Hace más de un año, Ailyn Fuertes le entregó al dueño de un ciclo en Heredia  350.000 colones por dos bicicletas que nunca recibió.

Ella canceló el dinero un 27 de marzo del 2014, con la promesa de que al día siguiente se las daría.

Año y seis meses después, continúa esperando que le dé las bicis o el dinero, es más, a estas alturas se conformaría con una llanta.

Su desesperación la obligó a realizar una denuncia judicial. Para su sorpresa, días después le informaron que había cuatro denuncias iguales en contra del mismo hombre.

Perros de Traba tomó cartas en el asunto.

Buscamos al denunciado y aunque no quiso dar declaraciones en cámaras, se comprometió a pagar. Pocos días después de nuestros ladridos ya doña Aylin tenía su plata. 

Nos complace mucho haber resuelto este caso, sobre todo porque las deudas con bicicletas de por medio no siempre terminan bien.