“Nos estamos convirtiendo en uno de los países más violentos del mundo y al Gobierno le cogió tarde”, dicen expertos
Costa Rica, conocida por su belleza natural y estabilidad política, enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad.
Posiblemente, el reflejo más claro de la preocupante situación que atraviesa el país son los más de 300 homicidios en los primeros meses del año, y se proyecta que alcanzará una cifra final como la del año anterior, cuando se superaron los 900.
La más reciente encuesta del CIEP-UCR apunta a que la inseguridad sigue como la principal preocupación de los ticos (42% de los consultados lo señalan así). En segundo lugar, está el costo de vida, con un 11%.
El presidente Chaves ha insistido en la necesidad de que el Congreso apruebe una serie de leyes que se han puesto sobre la mesa desde el año anterior. Inclusive, llegó a culpar a los diputados de no tomar las cartas en el asunto como el país lo requiere. Esto ha generado una mayor tensión entre ambos poderes.
Los retos
Uno de los principales retos es el control del narcotráfico y la influencia de organizaciones criminales transnacionales. La ubicación geográfica del país lo convierte en un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa, lo que ha llevado a un aumento en la violencia asociada con estas actividades ilícitas.
Además, la delincuencia común, como robos y hurtos, sigue siendo una preocupación para los residentes y los turistas. Si bien muchas áreas turísticas están relativamente seguras, la percepción de inseguridad puede afectar el turismo, vital para la economía costarricense.
En respuesta a estos desafíos, el gobierno de Costa Rica ha implementado diversas estrategias de seguridad. Esto incluye el fortalecimiento de las fuerzas policiales, la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y la promoción de programas de prevención del delito y reinserción social.
No obstante, persisten desafíos en la efectividad de estas medidas, como la necesidad de mayor inversión en tecnología y capacitación.
Por tener el país una posición estratégica en Centroamérica que la convierte en un punto de tránsito clave para el narcotráfico y otras actividades del crimen organizado, provoca desafíos significativos para la seguridad y el bienestar de la sociedad costarricense.
Costa Rica es utilizada como ruta de tránsito para el narcotráfico, principalmente de drogas como la cocaína y la marihuana. Su ubicación geográfica, con costas en el Caribe y el Pacífico, facilita el transporte marítimo de drogas desde Sudamérica hacia mercados internacionales, como Estados Unidos y Europa. Esto ha generado la presencia de grupos criminales organizados que operan en el país, aprovechando la red de puertos y fronteras porosas.
“La criminalidad al momento actual no ha tenido cambio positivo, es algo que se está empeorando. En nuestro país donde hay más población que hace diez años, hay más criminalidad y lo que pasa es que los gobiernos, no solo este, ha fallado en la contención primaria del delito que le corresponde a Fuerza Pública.
Se necesita presupuesto, la corrupción es muy grande y hay conexión verbal entre delincuentes que atentan contra los operativos que hace Fuerza Pública con los retenes, las leyes no están respondiendo al tiempo actual. La edad de un menor de ahorita no es igual al de antes por la exposición a la tecnología y se debe de modificar la Constitución Política porque ya no sirven en cuanto a la prevención primaria del delito. Todo va a empeorar porque no se está haciendo nada por el país”, manifestó Gerardo Castaing, experto en seguridad y exjefe de OIJ.
“Este puede ser el año más violento de la historia. El posicionamiento de los grupos criminales que dominan el territorio nacional no se había visto nunca, son fenómenos extraordinarios que ningún experto hubiera podido decir. No estamos convirtiendo en uno de los países más violentos del mundo. Esto indica que no hay contención, no hay inversión en seguridad ni social para evitar que una parte de la población se dedique al crimen organizado.
“La desunión provocada por el presidente de la República, una y otra vez, nos aleja de todo porque aquí en Costa Rica están los carteles más peligrosos del mundo y hay muchos criminales. Desunir al país es lo más extraño que he visto políticamente hablando. El único responsable de la seguridad es el presidente y sus ministros de acuerdo con la Constitución en su artículo 139 y 140”, manifestó Álvaro Ramos, experto en Seguridad.
Para Ramos, el país debe de concentrarse en “atacar a los criminales más peligrosos que están en Costa Rica. “Los criminales, bajo la presidencia de estos últimos años, han crecido en poder, capacidad y en una forma extraordinaria que cuesta incluso analizarlos”.
El narcotráfico y el crimen organizado representan desafíos complejos para la seguridad y el desarrollo del país. Abordar estos problemas requiere un compromiso continuo tanto a nivel nacional como internacional, enfocándose en fortalecer las instituciones, mejorar la coordinación entre agencias de seguridad, invertir en prevención del delito y promover la transparencia y rendición de cuentas en todos los niveles de la sociedad.
“El Ejecutivo le está debiendo de forma importante a la sociedad costarricense, tenemos dos años donde se han batido récords a nivel criminal, no lo digo yo lo icen las estadísticas, el año pasado terminamos en más de 900 homicidios, el trasanterior también y este vamos a terminar en más de mil. También hemos batido récords en no dar plata las instituciones policiales y se requiere de un patrocinio por parte del Ejecutivo para poder tener fuerza.
“En los últimos años, también hemos batido récords en víctimas colaterales. El pueblo costarricense sabe que hay una lucha de grupos criminales para la venta de droga. Costa Rica se ha convertido en la principal bodega de droga de los países del sur. No se está haciendo nada para paliar, ya le agarró tarde (al presidente) y si quisiera lograr algo debería de dotar de recursos tecnológicos y, mucho más, a los cuerpos policiales”, expresó Gustavo Mata, exministro de Seguridad.
Trabajo gubernamental
Al cumplirse los dos años de la administración Chaves Robles, Mario Zamora, ministro de Seguridad, hizo un balance de las acciones que se han tomado en su cartera (ver video adjunto).
El jerarca resaltó la implementación de la estrategia “Costa Rica Segura Plus”, en la que trabajan más de 50 instituciones; así como la reformulación de labores de la Policía de Control de Drogas.
“Nuestro país sigue estableciendo nexos operacionales con los Estados Unidos y esto, a nivel de la DEA y otros entes policiales estadounidenses, nos ha permitido el desarrollo de trabajos conjuntos que están dando resultados dentro y fuera de Costa Rica”, aseguró el ministro.
Además, recalcó los buenos resultados de la Operación Soberanía en la Terminal de Contenedores de Moín, Limón; del programa de seguridad comunitaria “Sembremos Seguridad” y el plan preventivo “Ligas Atléticas Policiales”.
Por último, enumeró como un logro el aumento de 51.100 colones a la base salarial de los oficiales de los distintos cuerpos policiales.