Informes señalan rezago de Costa Rica en innovación en salud
Health Innovation Outlook y W.A.I.T. Indicator 2023 señalan rezagos en innovación, cantidad de personal médico, infraestructura y acceso a medicamentos.
Costa Rica se queda atrás en innovación en salud. Así lo determinan los datos publicados en el estudio Health Innovation Outlook (HIO), un reporte que analiza 55 indicadores de salud e innovación en los países del mundo, y también en el WAIT Indicator 2023.
Si bien Costa Rica ha apostado por posicionarse como un 'hub' de ciencias de la vida, al ver los resultados de los informes, la meta pareciera ser cada vez menos probable.
Según el WAIT Indicator, el primer rezago que está presentando el país está en el largo tiempo que transcurre para el registro de moléculas nuevas o para la aprobación de nuevas y mejores tecnologías.
En este sentido, se identificó que el tiempo que transcurre para que una molécula aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) se registre en el país es de 290 días. Cuando la molécula es aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), el proceso de registro es de 793 días.
Sobre este punto, la directora ejecutiva de Fedefarma, Victoria Brenes, indicó que la llegada de medicamentos innovadores al sector público y privado está tomando demasiado tiempo.
"Cuando llega un producto innovador al listado básico, ya han transcurrido cinco o más años; el producto ya no es innovador. Nos hemos quedado atrás con relación a otros países de Latinoamérica. Las compañías farmacéuticas están desarrollando muchos avances en distintas enfermedades y a la hora de que hay nuevas alternativas de tratamiento que impactan calidad y sobrevida, es necesario que lleguen de forma oportuna a los pacientes", comentó Brenes.
Brenes también señaló la carencia de estudios clínicos como parte del rezago en salud que sufre el país. Al respecto, indicó que tanto pacientes como el mismo sistema de salud público pierden al no poder realizar estos procesos, una pérdida que se traduce a cifras monetarias.
"Si Costa Rica pudiera introducir 600 estudios en la Caja Costarricense de Seguro Social, se podrían generar ahorros de 35 millones de dólares por año, porque los estudios clínicos, además de permitir que el medicamento esté disponible para pacientes, quienes realizan estudios médicos deben cubrir todo al paciente, desde los exámenes hasta las consultas con médicos, y todo eso se lo ahorra la institución", agregó la directora ejecutiva.
Brenes comentó que las alianzas público-privadas resultan en una gran oportunidad para robustecer las capacidades del sistema.
Otra de las carencias identificadas, esta vez en el HIO, es en la cantidad de profesionales de la salud existentes en Costa Rica, la cual dista de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un ente al cual pertenece el país desde el año 2021.
La tasa de médicos por cada mil habitantes que recomienda la OCDE es de 3.5, sin embargo, el número en Costa Rica es de 3.3, señala el reporte. El escenario empeora cuando hablamos de la necesidad de más enfermeras, ya que la recomendación del ente internacional es de una tasa de 8.8 por cada mil habitantes y la de Costa Rica está en 3.8.
En cuanto a infraestructura, el informe señala que es necesario contar, no necesariamente con más hospitales, pero sí con más y mejores equipos médicos en ellos. Al respecto, se indica que el país tiene una tasa inferior a la recomendada en cuanto a la cantidad de camas hospitalarias, pues la recomendación de la OCDE es de 4.7 y la de Costa Rica se ubica apenas en 1.1 por cada mil habitantes.
Se hizo también un señalamiento en la inversión monetaria que se hace en el sector salud, pues la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda una inversión del Producto Interno Bruto (PIB) del 6% como mínimo. Si bien Costa Rica apenas supera ese porcentaje con un 6,2% de inversión, sigue estando muy por debajo del 9% que recomienda la OCDE.
Brenes afirmó que, si bien ningún país de Latinoamérica puede pasar del 6% al 9% de forma inmediata, los esfuerzos se deben encaminar a un aumento paulatino. Además, indicó que es necesario, antes de aumentar la inversión, hacer una buena administración de los recursos existentes, en donde se ejecuten mediciones de lo que ya se está invirtiendo.
Finalmente, hizo hincapié en que la inversión en salud tiene efectos positivos para la vida y representa una oportunidad de desarrollo para los países, debido a que las personas que tienen salud serán más productivas, tendrán mayor estabilidad económica y, por ende, podrán cuidarse mejor, lo que representa un ahorro en atención médica para el sistema público.