Por Paulo Villalobos |19 de enero de 2024, 8:25 AM

El Hospital de La Anexión, en Nicoya, negó una intubación y ofreció morfina para aliviar el dolor que vivía Isabella del Milagro poco después de su nacimiento a las 25 semanas.

Tales atenciones fueron descritas en un informe rendido el 16 de enero anterior por el director interino del centro médico, Óscar Méndez Campos, así como el jefe de Ginecología, Martín Reyes Salinas.

El documento, del que Teletica.com tiene copia, consta en el expediente 24-000581-0007-CO, en el que la Sala Constitucional estudia un amparo presentado por el abogado Arcelio Hernández Mussio, en favor de la madre de la bebé prematura, Angie Herrera Guzmán. En dicho recurso se alega una supuesta violación a los derechos a la vida, a la salud y a la familia de Isabella del Milagro.

La respuesta dada por el hospital —que tiene carácter veraz y es dado bajo la fe del juramento— hace un repaso por cómo se abordó a la mujer y a su hija. Es el primer informe de este tipo que se conoce públicamente (otro se discutió en la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social - CCSS) desde que Herrera Guzmán acudió a su cuenta de Facebook para denunciar una presunta violencia obstétrica, el 8 de enero.

El centro médico recalcó que, tras la llegada de Herrera Guzmán, se procuró su traslado al Hospital México, en San José, para la respectiva atención; no obstante, este carecía de espacio. Por ello, se realizaron llamadas a otros establecimientos de salud centrales y periféricos, sin que se consiguiera un cupo.

Finalmente, el Hospital Nacional de las Mujeres Adolfo Carit Eva indicó que aceptaba el caso, pero en eso la paciente tuvo una ruptura prematura de membrana, lo que ameritó su atención en La Anexión. Desde ese momento, puntualiza el escrito, se le explicó a los padres que el pronóstico era "reservado". La menor nació a las 6:18 del 9 de enero.

"Acompañamiento y duelo"

Según una nota del Servicio de Pediatría, Isabella del Milagro nació con una frecuencia cardiaca menor a 80 latidos por minuto, con saturaciones fluctuantes de hasta 20%.

"Tal y como se establece en el protocolo, tomando en cuenta la viabilidad del producto, se decidió no reanimar, a pesar de presencia de signos vitales y proceder con medidas de confort, dándole a la bebé a los padres para tener al pecho para brindar espacio de acompañamiento y duelo. Se ofrece a padres colocar morfina, pero los mismos solicitan no colocar", detalla el informe en poder de este medio.

Fue en ese momento cuando Angie Herrera Guzmán y su esposo, Yoger Gutiérrez Gómez, externaron su disconformidad.

Tal situación motivó una interconsulta con Psicología, para propiciar el debido acompañamiento a la familia. También se hizo una sesión donde se revaloró lo actuado.

"Se considera que igualmente ante el pronóstico de no viabilidad por la edad gestacional de la bebé, la misma no es candidata a medidas de soporte y se considera que, al intentar hacer medidas heroicas, se compromete el confort de la bebé sin lograr una supervivencia libre de secuelas graves", se extrae del documento.

Frente a la insistencia de la pareja, el caso fue comentado al Servicio de Neonatología del Hospital México (espacio al que los papás pretendían ser trasladados), que refirió "estar de acuerdo con el manejo" dado, según la respuesta entregada a los magistrados. Abonó ese segundo centro que un menor con las condiciones antes descritas puede durar hasta 48 horas vivo, al tiempo que recomendó colocar una solución glucosada al 10% y hacer un ultrasonido de cerebro para determinar la inmadurez del mismo.

El traslado al México a final de cuentas no fue posible por la "plétora en el Servicio de Neonatología" y debido a la inmadurez de la niña, lo que implicaba un riesgo de hemorragia cerebral y eventual fallecimiento de ser sometida a una movilización.

"Por inmadurez y prematuridad extrema de bebé, una intubación no ofrecerá maduración pulmonar al menor y las medidas invasivas solo generan dolor y molestia a la menor, sin ofrecer posibilidad de supervivencia", menciona el informe.

La respiración asistida es, precisamente, uno de los puntos que la madre reclamó en su denuncia sobre el trato que recibió en el Hospital de La Anexión. Al día siguiente, la menor de edad fue remitida al Hospital Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, en Puntarenas, donde murió a los cuatro días.

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