¡En lancha y a caballo! Así llegaron más de 800 paquetes escolares a zonas vulnerables
En 14 años, el proyecto Iriria ha beneficiado a 54 mil estudiantes de regiones desatendidas y alejadas del país.
Sin agua potable ni luz, así viven muchos de los niños que van a la escuela a lo largo del río Sierpe. Ahí las limitaciones económicas hacen que para muchos de ellos tener un lápiz o un cuaderno no sea una posibilidad. Sin embargo, con el proyecto Iriria, más de 800 paquetes escolares buscan cambiar estas condiciones en este 2024.
Tras una exhaustiva campaña que inició en 2023, el proyecto recolectó 854 paquetes destinados a comunidades remotas y con recursos limitados. Específicamente, se distribuyeron 400 paquetes en la Península, 170 en Gandoca-Manzanillo, 160 en Sierpe, 70 en San Gerardo y 54 en Arenal Sur, en media y baja Talamanca.
Los paquetes escolares son transportados en lanchas, a caballo y, en ocasiones, incluso en la espalda de los voluntarios, quienes hacen todo lo posible por llevar el material a los rincones más remotos del país.
"Este es el primer año post pandemia, el primer esfuerzo que hacemos sin reservas, ya que estas se consumieron en los últimos dos o tres años de la pandemia. No llegamos a la meta, que eran 1.200 paquetes, pero diría que nos fue bastante bien, entendiendo las condiciones”, expresó Giovanni Rodríguez, coordinador del programa.
Las comunidades a las que llega Iriria enfrentan condiciones económicas poco favorables, donde las poblaciones viven en su mayoría de actividades primarias y trabajos informales. En Sierpe, en una de estas zonas “la pesca, el cultivo de bivaldos y actividades de turismo esporádicas son las opciones que tienen las familias”, recalcó Rodríguez.
Los paquetes escolares contienen seis cuadernos, lápices de colores, lápices de escribir, tajador, borrador y un juego de geometría. Iriria recibe donaciones y compra los paquetes, asegurando que todos los niños reciban los mismos artículos, de la mejor calidad posible. Además, el compromiso es entregarlos apenas inicia el curso lectivo.
"El aporte que Iriria brinda a estas comunidades es vital, ya que para muchas familias con tres o cuatro niños en edad escolar, este paquete es necesario para que puedan ir a la escuela en condiciones más favorables", agregó el vocero.
Aun así, el encargado de la iniciativa reconoce que llegar a estos territorios solo les permite confirmar lo mucho que todavía falta por cerrar brechas en la educación.
"Uno puede pensar en la alegría de los niños y las niñas cuando reciben el paquete, pero también uno ve el montón de cosas que hacen falta en estas zonas, este es un pequeño aporte que ayuda, pero se necesita mucho más para lograr el desarrollo y el bienestar", añadió Rodríguez.
Sobre los próximos pasos, Rodríguez reconoció que con los paquetes 2024 entregados, desde ya arrancan con la campaña del próximo año. "Lo que viene ahora es volver a empezar. Toca iniciar nuevamente a finales de marzo y principios de abril, y es una oportunidad para empresas y organizaciones que quieran sumarse".
La iniciativa Iriria nació en 2010 en una escuela de Gandoca Manzanillo, con la imagen de una niña que borraba su cuaderno viejo para tener donde escribir en el nuevo curso lectivo. En 14 años, Iriria ha llegado a 54 mil estudiantes de zonas vulnerables y alejadas del país.