¿Cuál es la forma más inteligente de utilizar el aguinaldo?
¿Comprar regalos, ahorrar o pagar deudas? Los especialistas dan sus recomendaciones para sacar un mejor provecho a este ingreso adicional.
Cada año, los trabajadores del sector público y privado reciben el pago del aguinaldo, que debe realizarse dentro de los primeros 20 días de diciembre.
Este ingreso adicional corresponde a un doceavo de todos los salarios ordinarios y extraordinarios que recibió el trabajador desde el 1 de diciembre del año anterior, hasta el 30 de noviembre del año en cuestión.
Sin embargo, muchas veces las personas gastan este dinero sin hacer un análisis detallado de ese uso, lo cual evita que obtengan mayores beneficios financieros.
“Existe una situación psicológica. La persona que cuando le llega un dinero, la alegría o la algarabía también viene con el aguinaldo y hay una especie de ceguera financiera en la cual la gente sencillamente gasta sin darse cuenta”, explicó el analista financiero Daniel Suchar, a Teletica.com.
El experto comentó que, todos los años, hay personas que no les ha llegado el aguinaldo cuando “prácticamente, ya se lo han gastado, por una debilidad de educación financiera”.
Consejos para utilizar su aguinaldo
El economista Claudio Mora aseguró que hacer una “programación mental” de modo que se divida el uso del aguinaldo en partidas de gasto estratégicas, según las necesidades de las personas.
“Es poder comprometerse, con uno mismo, a poder establecer estas pequeñas cajitas mentales donde uno dice; bueno 20% del aguinaldo, lo voy a poner en regalos; 20%, lo voy a usar para pagar deudas; 20% lo voy a usar para pagar el marchamo del vehículo o algo por el estilo… Y comprometerse con esas cajitas y no superarlas, o sea, no extralimitarse en los gastos”, ejemplificó Mora, también investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El especialista señaló que “una idea estupenda” es poner todo en papel, donde se anoten los compromisos que se adquieren para el uso del aguinaldo, de acuerdo con las condiciones de cada hogar. Mora agregó que es cuestión de sentarse 30 minutos a pensarlo, lo cual se podría hacer, inclusive, durante una presa en carretera.
“Pueden ir pensando un poquito en que les gustaría gastarlo para que cuando llegue la temporada de compras no los agarre de sorpresa y más bien sea un gasto planificado”, dijo el investigador.
Por su parte, Suchar coincidió en que “la mejor forma de utilizar el aguinaldo es poder subdividirlo en diferentes rubros” y no gastarlo “a manos llenas”.
El analista recomendó que un 30% del aguinaldo se ponga en una partida de ahorro; otro 20% que sea utilizado para abonar a deudas con tasas de interés altas, para “desinflarlas”; y 20% más para realizar arreglos o mejoras en las casas, que generalmente no se realiza con los ingresos mensuales.
Todo lo anterior, sumado, alcanza el 70% del aguinaldo. El 30% restante, aconseja el experto, se puede utilizar para comprar regalos y para costear actividades sociales: “Lo ideal es que el aguinaldo sea una ayuda para diciembre y no sea algo de gastarlo a manos libres”.
¿Es buena idea utilizar la mayor parte del aguinaldo para pagar deudas?
Los expertos consultados por este medio señalaron que, aunque no es recomendable gastar todo el dinero del aguinaldo en una sola cosa, se podría abonar una mayor parte a las deudas, dependiendo del tipo que sean.
“No aconsejaría gastar todo el aguinaldo en una sola cosa
, sino más bien que esto sirva como un momento también para reflexionar sobre el nivel de endeudamiento que están teniendo las personas y si es el adecuado al nivel de ingresos que tienen”, antepuso Mora.
El economista apuntó que, si los intereses son altos, sería recomendable gastar una mayor parte del aguinaldo para amortizar esa deuda, sin embargo, si se trata de un débito con intereses bajos y plazos largos, la proporción que se utilice debería ser menor.
Asimismo, Suchar manifestó que, cuando una persona tiene altos niveles de endeudamiento, con deudas que no se pudieron pagar y “se están inflando como una bola de nieve”, lo más apropiado sería resolver esa situación cuanto antes, por lo que utilizar una parte importante del aguinaldo en esto podría ser una buena opción.
“Eso es un incendio que tienes que apagar y, si bien lo que se recomienda es repartir el aguinaldo, no hay nada peor que estar ahogado en deudas, porque eso va a tener una repercusión más allá de lo monetario, en la salud mental”, resaltó el analista.
Cuando lo anterior sucede, añadió Suchar, las personas empiezan a dormir mal, tienen problemas con su familia, pareja o en sus lugares de trabajo: “De repente, te sientes asfixiado; trasciende el lado financiero y te metes en un tema de salud mental y eso sí es complicado”.
Al monto que se recibe por aguinaldo solo se le puede deducir lo correspondiente al pago de pensión alimentaria, por lo que no deben realizarle ningún tipo de rebajas adicionales, ni siquiera por cargas sociales.