Costa Rica no completará, ni en 60 años, oferta académica que debería brindar
En 2022, menos del 10% de las escuelas del país ofrecían todas o la mayoría de materias que los estudiantes deberían estar aprendiendo.
El Noveno Informe del Estado de la Educación le dio un golpe de realidad al país. Reveló, entre muchas otras situaciones, que Costa Rica no completará, ni en 60 años, la oferta académica que debería brindar.
Los datos recabados revelan que, en 2022, menos del 10% de las escuelas del país (317 de 3.687) ofrecían todas o la mayoría de materias que los estudiantes deberían estar aprendiendo.
Un acuerdo tomado por el Consejo Superior de Educación (CSE) en 1997 daba al país 10 años para universalizar la malla académica, es decir, impartir en todos los centros las materias básicas (Español, Matemática, Ciencias y Estudios Sociales) y al menos algunas de las complementarias, (Música, Hogar o Artes Industriales, Religión, Artes Plásticas, Educación Física, Informática y un segundo idioma, usualmente Inglés).
Sin embargo, han pasado 26 años desde ese momento y la cifra es realmente pobre.
"En Costa Rica hay tres grupos de escuelas, las que ofrecen una cobertura curricular baja (38%), una intermedia (51%) y una alta (10%). El 80% de las de cobertura baja usualmente no ofrecen materias complementarias, el 70% de las de cobertura intermedia ofrecen una o dos y las de cobertura alta ofrecen cinco o más", detalla el estudio.
También, se determinó que las escuelas de baja cobertura predominan fuera de la Gran Área Metropolitana, mientras que las altas sí están en el GAM.
Todos estos factores demuestran que, al ritmo actual, a Costa Rica le tomaría alrededor de 60 años lograr que el 33% de las escuelas ofrecieran el currículo completo.
Es decir, probablemente ni los bisnietos de los costarricenses que actualmente son adultos estarían recibiendo la oferta académica adecuada.
“La universalización quedaría para muy entrado el siglo que viene. Claramente, esta es una tarea impostergable, no solo para disminuir las desigualdades dentro del sistema educativo, sino para construir bases sólidas de los aprendizajes”, concluyó Dagoberto Murillo, uno de los encargados del informe.