Por Christian Montero |12 de abril de 2024, 13:02 PM

Mediante grupos de WhatsApp, algunos con más de 900 integrantes, los coligalleros se organizan para burlar a la Policía y sacar el oro de Crucitas (ver reportaje completo en el video adjunto).

“Ustedes tienen que aprender a estudiar todo el movimiento de la Policía. Cuando ellos dan vuelta y vuelta, como un trompo, se van, están por allá, se regresan… ahí hay que cuidarse, papá; pero cuando ya arrancan y van de viaje, van a Moravia, ahí tenemos gente en Moravia para que nos reporte”, se escucha en uno de los audios enviados por esa plataforma.

Desde la entrada a Crucitas, sobre la carretera principal hacia Los Chiles, hasta el río San Juan, nadie entra y nadie sale sin que las organizaciones lo detecten. Incluso, la visita de Telenoticias a la zona fue alertada en uno de esos chats.

Uno de los grupos, por ejemplo, se hace llamar “Seguridad privada Crucitas”. Uno de los administradores se identifica como Álvaro y es de los principales compradores de oro de la zona.

Nos infiltramos en la organización y negociamos la venta de unos gramos de oro. El precio que se paga por gramo es de 1.500 córdobas, lo que equivale a casi 21.000 colones.

En el pueblo todos conocen a quiénes deben acudir para vender el preciado metal y comprar mercurio, material contaminante del agua y el suelo, que es muy peligroso para el consumo humano.

La gran mayoría de coligalleros llega desde zonas como El Castillo, San Carlos de Nicaragua o El Triángulo Minero, y desembarcan en el poblado de Chorreras. Debido a la presencia de este medio, los nicaragüenses buscaron otro punto del río para desembarcar.

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