Bancos piden más flexibilidad para otorgar y renegociar créditos por impacto del Covid-19
Moratoria en amortizaciones, créditos de emergencia y arreglos de pago son algunas de las medidas que estudian las entidades financieras ante los efectos del Covid-19.
Las entidades financieras aplauden las medidas anunciadas este lunes por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) para flexibilizar la renegociación de créditos, pero piden a las autoridades ir más allá.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) presentará este martes ante el Conassif otras tres medidas que requieren cambios de normativa.
La lista de peticiones incluye: otorgar créditos de emergencia, reestructurar y hacer arreglos de pago y dar a los deudores un plazo de 90 días para normalizar los pagos sin manchar su récord crediticio.
La Directora Ejecutiva de la ABC, María Isabel Cortés, dice las medidas apunta a dar flujo de caja a particulares y empresas, al reducir los gastos fijos de las familias y permitir que los empresarios se enfoquen en la cobertura de inventarios y pago de salarios.
Medidas en curso
Este lunes, el Conassif amplió al 30 de junio del 2021 la medida que permite a las entidades financieras renegociar las condiciones de un crédito, hasta dos veces en un plazo de 24 meses, sin que esto tenga efectos negativos sobre la calificación de riesgo de los deudores.
Ahora la medida no se limita a créditos menores de ₡100 millones como estaba establecido inicialmente, sino que aplica para cualquier monto y además se permite readecuar la deuda por una tercera vez durante el periodo.
Otra de las medidas tomadas fue la de ajustar al mínimo la acumulación de estimaciones contracíclicas para ubicarlo en un 0%, con esto las entidades financieras pueden trasladar a créditos los recursos dedicados a esta estimación.
Algunas entidades financieras ya están realizando ajustes alineados con estas medidas.
El Banco de Costa Rica (BCR) ofrecerá una moratoria en el pago de amortizaciones. “El objetivo es ofrecer periodos de gracias de entre 6 meses y un año, según cada caso, para que el deudor no tenga que amortizar los intereses”, explicó el Gerente General de la entidad, Douglas Soto.
Soto asegura que ya están localizando a empresas del sector turismo para ofrecerles readecuaciones en sus préstamos. También están enfocados en empresas del transporte, restaurantes y proveedores de estos sectores, que podrían ser los más afectados.
En el caso del Banco Nacional, el Gerente General, Gustavo Vargas Fernández, dijo que están trabajando en cuatro medidas:
1) Dar seguimiento a clientes con potenciales problemas.
2) Analizar modificación en pagos de interés como prórrogas de capital y ajuste a la baja de tasas.
3) Valorar nuevas operaciones, con plazos más amplios, menores tasas y periodos de gracia.
4) Revisar las garantías e historial crediticio, para otorgar una línea de capital de trabajo, con condiciones más favorables.
Lento traslado a tasas de interés
Como parte del paquete de medidas, el Banco Central redujo en 100 puntos base su política monetaria, con lo que el indicador bajó de 2,25% a 1,25%.
Según el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, una reducción de 100 puntos en la tasa de política monetaria, en caso de que se traslade por completo a las tasas de interés de los bancos, implicaría una reducción de 1.000 colones anuales por cada 100.000 de deuda.
Sin embargo la decisión queda en manos de los bancos, dado que aun cuando la política monetaria es la tasa de referencia para los préstamos, son los bancos quienes deciden cómo hacer los ajustes.
Al respecto, el economista Daniel Suchar asegura que es de esperar que el traslado sea lento por lo que es posible que los deudores no sientan un efecto de inmediato.
“Costa Rica lo ha hecho (bajar la tasa de política monetaria) nueve veces a lo largo de los últimos 14 meses, pero el problema es que no se traslada a una velocidad tan rápida al sistema financiero. Es cierto que hoy tenemos una tasa básica por debajo de 5%, pero esto duró mucho en poder hacerse realidad, y por ende la tasa activa, que son los créditos de personas y empresas, no se han visto impactados tan rápido” explicó el economista.