Por Yahaira Piña |8 de enero de 2024, 7:18 AM

El reloj marcaba la 1: 21 p.m. cuando la tierra comenzó a temblar.

Aquel 8 de enero de 2009 quedó en la historia de Costa Rica como un día de temor, luto y destrucción.

Una falla local se activó y provocó un movimiento telúrico magnitud 6,2, asociado al sistema de fallas Vara Blanca-Ángel.

El temblor arrasó con el pueblo de Cinchona en Sarapiquí de Alajuela. Fue en esa comunidad en donde se concentró la mayor parte de los trabajos de rescate.

Vecinos de los afectados trabajaron en la búsqueda y recuperación de cuerpos.

Uno de los trabajos más complejos fue la recuperación del cuerpo de un conductor, quien fue arrastrado por el desprendimiento de la carretera. Soldados de la Armada de la República de Colombia debieron hacer maniobras desde un helicóptero para completar la extracción.

"Todos nos caía encima, salíamos por un lado, las calderas explotaban... la gente gritaba, se desmayaba. Nosotros como teníamos a Dios en nuestros corazones le pedíamos que nos ayudara en ese momento y nos ayudó. Anoche pasamos en un guayabal todos juntos. Uno no deja de temblar, somos como 300. Los más heridos los sacaron anoche, pero todos estamos bien, gracias a Dios", contó una de las afectadas en aquel momento, cuyo archivo no recuperó el nombre.

El terremoto cobró la vida de 25 personas y dejó 17 desaparecidos.

Con gran esfuerzo los vecinos y afectados lograron reconstruir sus casas y sus vidas después de aquel trágico día que quedará por siempre en sus memorias.

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