'Nace una Estrella': Mariser Picado, una niña con corazón de oro

La sexta temporada de Nace una Estrella (NUE) ha emocionado a la audiencia con talentosos participantes, pero detrás de cada voz hay historias de vida inspiradoras. 

Mariser Picado, una niña de 10 años, vecina de Cartago, quien compartió con Teletica.com su conmovedora historia, tocó los corazones del público con su determinación y amor por la música.

La participante, a pesar de su corta edad, ha enfrentado desafíos significativos en la vida: fue abandonada por su madre cuando apenas era una bebé en pañales.

Desde entonces, ha sido criada por su padre, quien ha desempeñado ambos papeles para ella y su hermano, Arón.

​Sin embargo, debido a la naturaleza de su trabajo, a veces su papá debe trabajar lejos de casa, y es en esos momentos en los que Mariser ha encontrado apoyo y amor en sus tíos y abuelos.

"Yo vivo con mi papá, mi hermano Arón, mi abuelito y mi abuelita. Mi mamá nos dejó cuando yo era muy pequeñita, y nos quedamos con mi papá. Él ha sido mamá y papá para nosotros durante estos 10 años", compartió la joven participante.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado, Mariser es una niña alegre y llena de gratitud. Destaca el papel fundamental que han desempeñado sus abuelos y cómo han sido una fuente constante de felicidad. "Mis abuelos son los que más me han dado felicidad", afirmó con una sonrisa en el rostro.

​La música siempre ha sido una parte importante de la vida de Mariser. Le gusta una variedad de géneros, incluyendo rancheras, música cristiana y pop de los años 80 y 90. Su amor por la música también está relacionado con su padre, quien solía cantar antes de que ella naciera. Mariser cuenta con orgullo que le "quitó la voz" a su padre y continuó su legado musical.

En Nace una Estrella, ha demostrado su increíble talento y pasión. Recientemente, emocionó a todos al obtener una calificación destacada de 9 en su presentación. "Antes solo había obtenido un 7, así que hice todo lo posible por tener una mejor nota. Yo le pedía a Diosito que me fuera bien", compartió.

Ella también destacó en la entrevista a su tío, Marco Picado, a quien considera como un segundo padre, y a su primo Jorgito, como un hermano.

​Su bisabuelo, quien la alentó a cantar desde que tenía cinco años, es una fuente de inspiración para ella. "Él me dijo: 'Usted tiene que ser una cantante profesional', y yo se lo prometí", recordó con cariño.

Mariser dedicará la canción Amor Eterno a su bisabuelo, una emotiva elección, ya que Rocío Dúrcal se la dedicó a su propio hijo fallecido. La música, para esta niña, es una forma de expresar su amor y gratitud hacia las personas que han sido importantes en su vida.