Por María Jesús Prada |2 de agosto de 2023, 17:08 PM

Durante la Romería 2023, ABAA Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales (Abaanimal) reportó haber rescatado un total de 41 perros durante el evento religioso, una población similar a la reportada en el esfuerzo el año anterior.

Los animales recogidos fueron divididos en dos grupos: los que estaban sin castrar y debían ser trasladados al Centro Veterinario de la Municipalidad (CMECA) para someterse al tratamiento, y los que quedaron en resguardo en el albergue temporal de la asociación.

El 60% del total (25 canes) correspondía al grupo sin castrar, por lo que fueron trasladados a CMECA, mientras que otro grupo de 16 canes fue trasladado al albergue temporal para su respectivo resguardo.

La mayoría de estos animales eran perros jóvenes, los cuales alcanzaron un total de 26; seguidos por perros adultos, que fueron 12 y, en último lugar, perros de avanzada edad, de los cuales se recogieron a tres.

Según Juan Carlos Peralta, coordinador del esfuerzo, del total de animales rescatados, tres de ellos presentaban lesiones que habían sufrido debido al recorrido de la Romería.

Peralta explica que estos perros tenían las almohadillas de las patas quemadas, ya sea por recorrer un largo trayectos, o andar bajo alta temperatura que se genera en el asfalto producto del sol. Sus patas fueron curadas y vendadas.

Desde el centro de asistencia que instaló Abaanimal en los alrededores de la Basílica, decenas de voluntarios, incluyendo médicos y asistentes veterinarios, trabajaron en estos días para atender a los animales. Se desempeñaron en labores de atención como la desparasitación, colocación de vacunas antirrábicas y también de sueros para los canes que presentaban cuadros de deshidratación. Allí también recibían alimentación y terapias para reducir los niveles de estrés.

¿Qué ocurre con los perros que ya están castrados y que pasaron a un albergue temporal?

“Los ya castrados son habituales de Cartago, perros que tienen alimentadores como gente de mercado, carnicerías, vendedores, Lumaca, son perros ya de barrio. Estos quedan en resguardo para protegerlos del juego de pólvora, el tumulto y la gente, y luego se liberan en el mismo lugar donde fueron capturados, ellos están en su zona”, explicó Peralta.

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