Por Teletica.com Redacción |17 de julio de 2018, 8:23 AM

Mientras Nicaragua sigue contando los muertos producto de la brutal represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la ciudadanía (ya van más de 350 fallecidos desde el 18 de abril), el sector turístico también cuenta los negocios que se han visto afectados por la crisis.

El diario La Prensa publicó este martes que el exclusivo y emblemático hotel El Convento, ubicado en el departamento de León, cerró sus puertas y despidió a su personal.

El citado diario agregó que Art Collection, empresa propietaria del hotel, también cerró el hotel La Recolección y el Centro de Arte de la Fundación Ortíz-Gurdián.

Estos cierres siguen al anunciado semanas atrás por Mukul Auberge Resorts Collection, el complejo de $250 millones que el millonario Carlos Pellas levantó a partir del 2010 en el departamento de Rivas, fronterizo con Costa Rica.

"Desafortunadamente, la trágica situación que estamos viviendo, además de embargarnos de luto y dolor, ha deteriorado significativamente la marca país Nicaragua, lo que ha repercutido en la industria turística, que se encuentra prácticamente paralizada. 

"Mukul, Auberge Resorts Collection no es una excepción. Los huéspedes han abandonado el resort y las cancelaciones se multiplican, al extremo que en los últimos días no hemos tenido un solo visitante”, explicó el texto difundido a finales del mes pasado.

El complejo no solo constaba del hotel, sino también con condominios y hasta un aeropuerto.

El lugar se convirtió rápidamente en un referente local y regional entre el turismo de alto nivel adquisitivo y una fuerte competencia para los resorts costarricenses ubicados en Guanacaste.

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Los voceros del sector turístico anunciaron los negocios turísticos que aún sobreviven lo hacen con el mínimo de trabajadores, a la espera de que en algún momento la crisis se apacigue.

Adicionalmente, indicaron que la llegada de turistas cayó en un 70% y que podría agravarse de continuar con la violencia desatada por el gobierno, que ha lanzado a las calles a la policía y grupos paramilitares.

Monimbó bajo ataque

La combativa ciudad de Masaya resiste con piedras y morteros un feroz ataque de las fuerzas combinadas del gobierno del presidente Daniel Ortega, en un nuevo intento de desarticular la resistencia en el barrio de Monimbó, símbolo de las protestas.

"¡Atacan Monimbó! Las balas están llegando hasta la parroquia María Magdalena, en donde está refugiado el sacerdote" de ese templo, denunció en Twitter el arzobispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, mientras la comunidad internacional intensificó sus llamados a Ortega a cesar la violencia.

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Las campanas de las iglesias sonaron al tiempo que ráfagas de armas de todo calibre se escucharon por todos lados de Masaya, dijeron testigos que llamaron a emisoras de Managua.

Más de 1.000 hombres fuertemente armados con ametralladoras entraron disparando a mansalva a esta ciudad de 100.000 habitantes, ubicada a 30 km al sur de la capital, indicaron pobladores.

Los antimotines y parapolicías ingresaron a bordo de 37 camionetas y rodearon Masaya, cerrando el acceso a la ciudad, según imágenes subidas por pobladores en las redes sociales.  

"Están ametrallando las casas de manera irresponsable, el mensaje es que al que saque la cabeza lo matan, es un menaje de terror. Lo que más me preocupa son los niños, mujeres embarazadas y ancianos", dijo el secretario de la Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva.

Desde Estados Unidos, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, pidió "enérgicamente" al presidente Ortega "que no ataque a Masaya". 

"La continua violencia y derramamiento de sangre promovidos por el gobierno en #Nicaragua deben cesar inmediatamente. El mundo está observando", escribió en Twitter.

La acción de las fuerzas gubernamentales forma parte de la llamada "operación limpieza" que policías y paramilitares iniciaron semanas atrás para desalojar de las calles a los manifestantes que exigen desde la salida del poder de Ortega, un exguerrillero de 72 años que gobierna desde 2007.​