Por Stefanía Colombari |5 de octubre de 2024, 9:24 AM

La guerra en Gaza, entre el ejército israelí y el grupo terrorista Hamás cumple su primer año este próximo 7 de octubre. Durante dicho periodo, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), se ha dedicado, a través de 700 personas, a brindar atención médica y humanitaria en toda la franja, y ha sufrido también los embates de un conflicto que, a pesar de los esfuerzos para evitarlo, no ha podido realmente discriminar entre culpables e inocentes.

La organización ha asistido durante décadas a personas amenazadas por conflictos armados, violencia, epidemias y desastres naturales. Su director ejecutivo para México y Centroamérica, José Luis Michelena, conversó con el programa 7 Días sobre la labor durante los últimos 12 meses y sobre la catastrófica situación que enfrenta el pueblo gazatí.


¿Cómo ha sido este trabajo humanitario que ustedes han venido realizando en la zona de guerra?

Después de los ataques de del 7 de octubre en primera instancia, por supuesto MSF ofreció su apoyo a las autoridades israelíes en caso de que necesitaran algún tipo de soporte para la atención de los heridos derivados de los ataques de Hamás.

Dentro de Gaza, claramente ha sido un proceso de intentar apoyar las instalaciones médicas en donde ya trabajaba la organización y otras nuevas. Sin embargo, los ataques durante estos largos meses han sido indiscriminados contra la población civil y eso nos ha obligado también a nosotros a movilizarnos y tratar de encontrar los puntos en donde podemos seguir proveyendo apoyo.

Hemos sido también objeto de ataques, ya sea de instalaciones en donde nuestros equipos estaban trabajando o directamente a nuestro personal. Desgraciadamente, hemos sufrido la pérdida de seis integrantes de nuestro personal.

Como sabemos la gente está viviendo en campamentos improvisados muy precarios, entonces hay una preocupación por el tema de agua y saneamiento, hay personas obviamente con enfermedades crónicas, hay desnutrición. Todavía estamos proporcionando lo que se podría decir es una gota de agua en el mar de necesidades.

Profundicemos en esas necesidades que está teniendo el pueblo Gaza, recientemente hemos visto el tema de la polio también presente.

Las personas han sido forzadas a desplazarse de un lugar a otro en varias ocasiones, se instalan estos campamentos muy improvisados, viven bajo chozas de palos y lonas y eso  trae consigo, unas consecuencias muy serias en términos de saneamiento de hacinamiento, y eso como sabemos ha generado ya problemas de la polio, pero también de otras enfermedades incluso de sarna y bueno, obviamente enfermedades gastrointestinales, por el acceso limitado al agua potable, enfermedades respiratorias.

A eso hay que esperar también que tienes mujeres embarazadas, pero también tienes,  personas que sufren hipertensión, que sufren diabetes. El suministro de agua y de electricidad, por ejemplo, para conservar la insulina, se ha visto muy limitado.

Claramente, también se han presentado casos de desnutrición aguda y aguda severa, principalmente en niños. A eso hay que agregar la llegada masiva de heridos a las salas de urgencia que están una situación muy crítica. Eso es muy complejo en un  lugar en donde los hospitales y los quirófanos quedan muy pocos. Se ha dificultado el suministro de medicamentos anestésicos, a medicamentos para el dolor, antibióticos.

Lo que hemos hecho recientemente es que hemos abierto dos hospitales de campaña con tiendas de campaña en donde esperamos no ser víctimas de estos ataques que se han dado en las instalaciones médicas. Estos hospitales, claramente, no cuentan con las instalaciones para hacer cirugías más complejas porque para eso se requieren quirófanos más especializados.

¿Quiénes son los principales afectados por esta guerra?

La mitad de estas personas que han resultado fallecidas a partir de los ataques, son niños y mujeres, pero hay que decir que también tenemos que considerar las personas mayores. Estamos hablando de una población que está siendo completamente diezmada y puesta en una situación sumamente crítica en términos humanitarios, una población que está sometida a una situación, yo diría apocalíptica.

¿De dónde viene la obstaculización de suministros de ayuda humanitaria?

Definitivamente, quienes pueden autorizar el ingreso de suministros a la franja principalmente son las autoridades israelíes, pero también las autoridades locales de Hamás y también el gobierno de Egipto juega un papel. Las autoridades israelís sí han sometido nuestros intentos de ingreso de suministros a revisiones adicionales y nos han, en algunos casos, bloqueado el ingreso de ciertos implementos médicos que consideran que no se pueden autorizar y eso ha dificultado muchísimo. Incluso el ingreso de combustible, por ejemplo, para hacer andar a las plantas de luz que son necesarias para mantener las incubadoras, para mantener las máquinas de diálisis o para hacer funcionar un quirófano.

¿De dónde vienen los ataques a las instalaciones médicas?

En nuestro caso hemos tenido coches destruidos y camionetas destruidas por tanques de Israel. Hemos documentado todo. Lo que hemos sufrido en términos de los ataques a los hospitales donde, por ejemplo, un par de cirujanos murieron, pues tenemos claro, que esos ataques han sido perpetrados por el ejército israelí.  

Hay otros ataques en donde hay dudas, pero esa no es un área de nuestra intervención, entonces no nos podemos pronunciar, pero definitivamente los ataques en los que nuestros equipos han estado presentes o han sufrido directamente los ataques han sido perpetrados por el ejército, israelí.

¿Cuál es el llamado que hace Médicos Sin Fronteras en el marco de este primer año de la guerra en Gaza?

Un alto al fuego, ese ha sido nuestro llamado y nuestro hashtag. Tenemos otros llamados como es obviamente que estos ataques implementen la protección a los civiles como uno de sus principios, porque sabemos que hasta el momento eso no ha sucedido y también la protección de los equipos de salud, ya sea de nosotros o de cualquier otra organización que trabaje en la zona. También la garantía del ingreso de suministros.

Esta crisis, incluso cuando termine, va a tener unas consecuencias de muy largo alcance. Tenemos personas heridas que van a recibir requerir muchísimas cirugías y muchísima rehabilitación, son una cantidad gigante de personas mutiladas.

Es importante que a futuro se garantice la posibilidad de escalar las capacidades de las organizaciones como la nuestra para llevar la ayuda tan necesaria, que necesita la población ahora y en el futuro.

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