Herediano noqueó a un América que se vio opacado por una tromba rojiamarilla
Los florenses fueron superiores de cabo a rabo y quedan cerca de una final, como justo premio a la ocena que supo golpear en el momento indicado.
El pleito entre el Herediano y el América de México fue un claro recuerdo de que hay que golpear en los momentos precisos, más cuando el rival da ventajas.
No fue un juego fácil. Hubo más roce que buen fútbol. El tesón con el que se disputó el partido por la semifinal de la Liga de Campeones de la Concaf quedó marcado en el rostro de Lagos. Sangre en la camiseta rojiamarilla, pero sonrisa en el rostro. El 3-0 del marcador final fue un justo mérito para el que fue mejor en el terreno de juego.
La jugada clave del choque fue la expulsión del mexicano Michael Arroyo al minuto 26.
En ese momento ya era más claro el cuadro de Wright, pero tardó en conectar el primer golpe, hubo que esperar al segundo tiempo.
Fue Esteban Ramírez al 52’, Yendrick Ruiz al 68’ y Jonathan Hansen al 81’ los que conectaron la combinación letal contra los aztecas.
La complementaria fue una sinfonía florense, en la que el buen pie y la buena puntería se confabularon para golear a un América que se reveló como un equipo mezquino, dispuesto a patear y encarar a sus rivales antes de buscar una defensa leal en el buen fútbol.
Herediano fue superior de cabo a rabo y queda cerca de una final, como justo premio a la ocena que supo golpear en el momento indicado.