Hallan a más de cien menores migrantes abandonados en carretera de México
Miles de migrantes que atraviesan México en un intento por llegar a Estados Unidos se ven en ocasiones obligados a viajar clandestinamente.
Autoridades mexicanas hallaron a más de un centenar de menores sin compañía de familiares adultos, dentro de un grupo de 343 centroamericanos que viajaban hacinados en un tráiler abandonado en el este del país, informó este lunes el gobierno.
"Se trata de 103 menores de edad no acompañados provenientes en su mayoría de Guatemala", indicó el Instituto Nacional de Migración de México (INM) en un comunicado.
En el camión viajaban también 212 adultos originarios de Guatemala, Honduras, El Salvador y Ecuador, así como 28 personas más "que conforman varios núcleos familiares de Guatemala y El Salvador", detalló la autoridad migratoria.
El vehículo, que fue localizado la noche del domingo en una carretera del estado de Veracruz, se hallaba sin conductor, pero agentes del INM y la fiscalía local detectaron la presencia de personas al interior de la caja del tráiler.
"Las personas migrantes extranjeras (...) portaban brazaletes de colores como medio de identificación", precisa el comunicado. Estas pulseras suelen ser entregadas por traficantes que transportan a extranjeros a la frontera entre México y Estados Unidos.
La caja del camión contaba con un doble piso de estructuras metálicas, así como ventiladores anclados en la parte baja y ranuras de ventilación en el techo, informó el INM.
Los menores viajando solos y las familias quedaron bajo la tutela de autoridades de bienestar de Veracruz, mientras los adultos definirán su situación legal ante la autoridad migratoria, agregó la dependencia.
El jueves pasado, el INM reportó la detención en el estado de Puebla (centro) de otros 136 migrantes de diferentes nacionalidades que eran transportados en un camión sin ventilación. Del grupo, 10 menores de edad viajaban sin compañía.
Miles de migrantes que atraviesan México en un intento por llegar a Estados Unidos se ven en ocasiones obligados a viajar clandestinamente y hacinados en camiones y otros vehículos.
En su trayecto, afrontan además el peligro de circular por rutas que son controladas por grupos criminales que muchas veces los secuestran o extorsionan.