Internacional

Cartas revelan que nazis consumieron metanfetaminas durante la II Guerra Mundial

Esta conclusión, en un intento por reforzar su joven pero cada vez más agotada fuerza de combate, nace de las cartas enviadas por los soldados nazis.

5 de junio de 2013, 10:37 AM

El Huffington Post publicó una noticia en la que revela que los soldados nazis utilizaron metanfetaminas durante la Segunda Guerra Mundial, para mantenerse alertas y aumentar la resistencia en el combate.

Esta conclusión, en un intento por reforzar su joven pero cada vez más agotada fuerza de combate, nace de las cartas enviadas por los soldados nazis como Heinrich Boll, un famoso autor alemán galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1972.

Cuando era un soldado de 20 años, según replica el Post, Boll escribió a sus padres para pedir existencias de un medicamento llamado Pervitin, una que en realidad era una forma temprana de la metanfetamina, dijo el medio de noticias alemán Der Spiegel.

Esta droga se popularizó en la década de 1930 por la compañía con sede en Berlín Temmler Werke, y un oficial nazi luego pasó el compuesto - y su píldora de “reputación milagrosa” - al frente alemán, que pronto fue inundado con millones de tabletas Pervitin.

La verdad sobre la sustancia, sin embargo, es mucho menos milagrosa, asegura la publicación.

Los usuarios modernos de las metanfetaminas, explica, inicialmente experimentan una sensación intensamente placentera y un aumento de energía, sin embargo, esa subida energética pronto se vuelve cada vez más difícil de lograr.

Esto sucede al tiempo que la droga causa estragos en la psicología y las funciones del cerebro de quienes abusan de ella, dando lugar a ansiedad, confusión, insomnio, alteraciones del estado de ánimo, conducta violenta, paranoia, alucinaciones visuales y auditivas y delirios.

Un informe de 2005 de Der Spiegel, sugiere que incluso los líderes alemanes estaban “bombeando” a sus soldados de a pie, llenándolos de la droga, por lo que algunos médicos alemanes tenían reservas al respecto. El ministro de la Salud, Leonardo Conti, al parecer trató de restringir el uso Previtin, pero tuvo poco éxito.

Estos esfuerzos reguladores podrían haber sido contrarrestados por el hecho de que el propio Adolf Hitler, recibió inyecciones diarias de metanfetamina con su médico a partir de 1942 hasta su muerte en 1945, según la BBC.

Sin embargo, la metanfetamina no fue la única sustancia adictiva usada por las tropas nazis para realizar las tareas cotidianas. El abuso del alcohol también era frecuente e incluso fomentado entre el ejército alemán durante el mismo período de tiempo, asegura Der Spiegel.