"Preferiría cuidarlo toda la vida antes que perderlo": El amor inquebrantable de una madre
La llegada de Matías fue un momento de júbilo, pero su historia tomó un giro inesperado cuando una meningitis atacó su organismo, dejándolo cognitivamente afectado y en una silla de ruedas.
Para la mayoría de las madres, el nacimiento del primer hijo es una experiencia llena de ilusión y alegría, y para Yorlin Jiménez no fue la excepción. Hace nueve años, aguardaba con anhelo el momento en que sostendría entre sus brazos a su pequeño Matías.
La llegada de Matías al mundo fue un momento de júbilo y felicidad, pero su historia tomó un giro inesperado. En los primeros 15 días de vida, una meningitis atacó su organismo, dejándolo cognitivamente afectado y en una silla de ruedas. Para muchos, este desafío habría sido abrumador, pero, para Jiménez, se convirtió en una oportunidad para demostrar el amor inquebrantable de una madre.
Lejos de permitir que la adversidad le aplastara el espíritu, Jiménez canalizó su determinación en el cuidado y apoyo constante a Matías. Cada día, luchó junto a su hijo, inspirada por un amor sin límites y una convicción inquebrantable de que él merecía una vida plena y feliz.
"Preferiría cuidarlo toda la vida antes que perderlo", afirma Yorlin.
Con el tiempo, la familia de Jiménez creció, pero su dedicación no disminuyó. A pesar de los desafíos, tuvo dos niñas más, una de las cuales también enfrenta circunstancias especiales. Jiménez, sin embargo, se mantiene resiliente y apasionada en su rol de madre, llevando a su hijo Matías en autobús a todas partes, demostrando que el amor y la entrega maternal no conocen barreras.