Dueños de los aires: Nitro Circus celebró su 20 aniversario y brindó un espectáculo único
Espectáculo de tres horas fue un derroche de adrenalina, rock y pirotecnia en el Estadio Nacional.
Hay una razón por la cual Nitro Circus es considerada como la gira de deportes extremos más importante del mundo y para las miles de personas que se hicieron presentes este sábado al Estadio Nacional no quedó duda, fue un show único.
De inicio a fin, los máximos exponentes del FMX, del BMX freestyle, skate, triciclos, cudraciclos y hasta sillas de ruedas dominaron los aires, con una banda sonora de rock y las brillantes luces de los juegos pirotécnicos.
Los rugidos de los motores trajeron una explosión de pólvora, luces y música, la bienvenida oficial a la fiesta, con skaters y ciclistas volando desde la rampa más grande del recorrido.
Además, hizo la primera participación Travis Pastrana, con un sonoro “¡feliz cumpleaños!”.
Los riders de FMX fueron llamados a escena, acompañados por Marco Picado, el atleta extremo tico.
Las motos de FMX regresaron, a una competencia del truco llamado whip, para darle espacio a los triciclos voladores.
“Es de las cosas más estúpidas que hemos hecho”, anunció el presentador, segundos antes de que los riders de BMX trataran de caer dentro de una bola gigante tras un salto de unos 7 metros de altura.
Aaron Wheelz Fotheringham en su silla de ruedas demostró que en el universo de Nitro Circus no hay nada imposible, con un frontflip que levantó al público.
Luego fue el turno de Bruce Cook, quien años atrás perdió el uso de sus piernas tras un accidente, pero eso no importó para realizar un backflip en su motocicleta de 450cc. Esto sin haberlo practicado en horas de la mañana.
En un ambiente donde los niveles iban en aumento, la locura llegó a otro nivel con basureros, un jet ski, una hielera y hasta un sillón, sí, un sillón.
El siguiente en brillar fue Kenneth Tencio, uno de los mejores del mundo en el BMX Freestyle.
Para la competencia del mejor truco de FMX, nadie se guardó nada y se hizo historia con un doble backflip de una mano de Harry Bink.
Para el cierre, la familia de Nitro Circus se adueñó del cielo, diciendo adiós desde los aires y con un juego de pólvora tan gigante como el espectáculo.
