Por Natalia Jiménez Segura |17 de septiembre de 2023, 9:00 AM

Esta semana la psicóloga Kennly Garza Sánchez cumplió un mes a cargo de la presidencia ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y del ministerio de la Niñez y Adolescencia. 

En este tiempo, la jerarca se ha encargado de realizar diagnósticos en las áreas más importantes: denuncias, relación con ONG, hoja de ruta para la institución, entre otros.

Uno de los hallazgos más importantes es la enorme cantidad de denuncias que han llegado a la institución durante este 2023 (más de 10.000 que al mismo punto del año anterior) y el poco recurso humano que hay para atenderlo: cada funcionario, en promedio, debe hacerse cargo de 40 casos cada mes, por lo que han tenido que aplicar medidas de contingencia.

Garza está clara que su trabajo ni el del PANI se centra en apagar incendios y que deben llegar a medidas permanentes para alivianar la crisis, ¿pero cómo? 

En la siguiente entrevista con Teletica.com abordamos el tema.

¿Cuál es el diagnóstico que ha hecho de la institución en este primer mes de trabajo?

Uno de los más importantes se ha centrado en la necesidad de revisión y actualización de la estrategia de supervisión de las ONG que prestan servicios a PANI y a las personas menores de edad que están en algunas alternativas de cuido. Eso se realizó, se identificó la necesidad y se está trabajando y en una nueva estrategia articulada de supervisión técnica y financiera del 100% de las ONG. Esto significa que desde el departamento de Protección pusimos un grupo de funcionarios van a trabajar con nuevos procedimientos y herramientas tecnológicas para cumplir una agenda de supervisión durante el año.

¿En cuánto a las denuncias? 

El PANI tiene 10 oficiales regionales y 57 oficinas locales para brindar cobertura a todas sus tarifas. En cada una de estas oficinas locales hay un promedio de 2 funcionarios que atienden todo el volumen de denuncias que recibe el país diariamente, ya sea en horario de oficina, fuera de horario, fines de semana, asueto y 24/7. Pudimos identificar que la cantidad de denuncias supera al mes las 39.7 por cada uno de los funcionarios, eso significa 80 denuncias por oficina local al mes.

El diagnóstico también nos permitió identificar los sitios con mayor cantidad de denuncias en 2023, por ejemplo, la dirección regional de Alajuela, con sus oficinas locales, ha recibido 6.224 denuncias, situándose entre las zonas con mayor volumen o índice de denuncias, seguida por la Dirección Regional de San José Sur con 5.887.

Eso significa un nivel de cumplimiento y efectividad de atención del 89%.

¿Qué pasa con el resto? 

Hay un 11% de demora. ¿Cómo se explica?

Estamos rebalsados porque el país enfrenta unas circunstancias multifactoriales que han elevado el índice de violencia en las comunidades, familias y en otros espacios de la sociedad. Eso ha elevado la cantidad de denuncias que recibe el país en algunos puntos.

El 11% que está siendo descubierto porque se sobrepasó la capacidad humana del equipo, hay que atenderse y se está trabajando con planes de contingencia en ciertas oficinas locales que así lo ameritan, donde se están estableciendo a través de apoyos con otros funcionarios que pertenecen a otras oficinas locales o regionales, y eventuales horas extra para poner al día esas denuncias que logran ser atendidas. Las denuncias ocurren todos los días, el dato de hoy es diferente al de ayer.

Kennly Garza, ministra del PANI

Esta es una medida paliativa, ¿no han pensado en algo más permanente? 

Lastimosamente, el contexto socioeconómico de nuestro país para todas las instituciones del país no es el más favorable en términos presupuestarios y en estos momentos con los planes de contingencia se trata de apoyar a oficinas locales, no a todas porque no todas lo ameritan, no todas están rebalsadas, son algunas ubicadas en zonas particularmente sensibles. 

Entonces, en lo inmediato y para cumplir con nuestras obligaciones, pusimos los planes de contingencia. Desde el ejercicio presupuestario e identificación de necesidades, se va a hacer una contratación de unas plazas para el próximo año, 35, pero no todas corresponden a oficinas locales. Sí se consideró para mejorar la cobertura, la apertura de oficinas nuevas. Por ejemplo, en Matina, en Batán, se va a abrir una oficina local, puesto que ya se tiene más que demostrado que las oficinas que atienden estos casos no dan abasto y es una zona cuyos indicadores denotan la urgencia de colocar una.

Con toda sinceridad, el recurso con el que se va a lograr contratar para el próximo año no va a lograr contener la necesidad. Esto supone el riesgo que tengamos que estar conviviendo con los planes de contingencia hasta que podamos lograr resolver en términos presupuestarios, en una coyuntura con la regla fiscal tan compleja, la contratación de más funcionarios. 

Incluso, en las últimas reformas a la ley que hemos tenido se decía que el PANI iba a recibir un 5% del Impuesto Sobre la Renta, sin embargo, los últimos periodos lo que el PANI ha recibido es un 2.5% para sostener una demanda cada vez más creciente.

Si nosotros nos enfocamos en atender las crisis de manera paliativa, nunca lo vamos a resolver y eso aplica para cualquier problema. Si lo que usted hace es apagar incendios nunca lo va a resolver y nunca va a haber recurso suficiente ni cantidad de oficinas locales.

¿La cantidad de denuncias este año ha sido mayor a la de años anteriores?

De enero a agosto 2022 se registraron 51.380 denuncias y en el mismo periodo 2023 se registraron 62.884, dato que incluye todos los servicios (9-1-1, Centro de Orientación e Información, Departamentos de Atención y Respuesta Inmediata, entre otros).

Hay muchos indicadores que tomar en cuenta en la radiografía para poder contextualizar por qué ciertas cosas tienen mayor incidencia de denuncias.

¿Por qué hay un incremento?

Se atienden situaciones desde desatención, negligencia, violencia por omisión, violencia sexual, castigo físico, menores que no son llevados oportunamente a recibir atención médica, desnutridos, no asisten al sistema educativo, menores en conductas disruptivas, entre otras muchas situaciones de índole más complejo y multifactorial que se acumulan al interior de las familias y que no están siendo intervenidas y detonan a un momento de crisis que es cuando llaman al PANI y que hay que correr a apagar incendios.

Si buscamos resolver el tema de nuestra niñez y adolescencia apagando incendios, estamos cometiendo un grave error.

¿Y cómo dejar de ser "reactivo"?

Necesitamos observar a la población menor de edad como seres completos e integrales, comprender cuál es la función del PANI, la misión, visión. Tenemos un rol de prevención, de rectoría, de promoción y de intervención en crisis. Pero esa es una pregunta que no se responde unilateralmente, no hay una respuesta que dé el PANI que pueda resolver todo lo que las personas menores de edad están enfrentando actualmente. Esa pregunta se puede plantear en un escenario como el Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia donde están los jerarcas de todas las instituciones con competencias y compromisos que tienen que ver con esta población.

A lo que respecta el PANI, vamos a fortalecer, en términos de que a nivel presupuestario así se pueda, todos aquellos programas que tenemos evaluados que causan un impacto directo, que hay valor público sobre la persona menor de edad. Vamos a divulgar más esos proyectos porque está claro que la gente no los conoce porque hay una idea estereotipada de que el PANI anda recogiendo chiquitos y poniéndolos con medidas y procesos especiales de protección en albergues. Pero realmente eso es lo que sucede en la menor cantidad de casos. La postura del PANI es en etapas anteriores.

También nos vamos a enfocar en fortalecer los procesos de prevención y promoción, pero nos vamos a quedar cortos si no se suma el MEP y la Caja Costarricense y si hemos recibido apoyo de ellos. Todas las instituciones y la sociedad quieren que el PANI esté bien.

Kennly Garza, ministra del PANI

Este es un puesto muy complejo e incluso sabemos que varias personas lo han rechazado, ¿qué la motivó a usted a decir que sí?

Yo pienso que es un momento en que la institución requiere arremangarse y entrar a trabajar, a hacer equipo. Volver atrás a recordar cuál es el origen de la institución y saber comprender que es el momento en el que más urge el apoyo, no se vale solamente celebrar los tiempos de bonanza. Me siento honrada y privilegiada de poder servir en este momento que tanto urge, en que la institución requiere de un análisis justo donde se le señalen aquellos aspectos en donde se han podido hacer las cosas de mejor manera, pero que también podamos colocar de frente los números que hablan del impacto de PANI sobre la población. 

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