Karina y Blanquita: Tortugas marinas con doble amputación que desafían la adversidad
Las causas de las amputaciones en ambas tortugas son objeto de diversas hipótesis.
Karina Victoria y Blanquita son dos tortugas marinas que han cautivado a visitantes debido a su determinación a pesar de enfrentar una doble amputación.
El médico veterinario Esteban Rudín Salazar y el máster en ciencias Juan Manuel Muñoz Araya, coordinador del Acuario y Centro de Rescate del Parque Marino del Pacífico (PMP), compartieron detalles sobre las residentes.
Karina Victoria, una tortuga lora (Lepidochelys olivacea) de aproximadamente 15 años, llegó al Centro de Rescate y Rehabilitación de Tortugas Marinas (CRRAM) del PMP el 20 de octubre de 2016.
Karina Victoria
Fue rescatada en Playa Lagarto por el personal del servicio de guardacostas de Playa Flamingo. Desde su rescate, se ha notado que Karina presenta una doble amputación en sus aletas delanteras.
A pesar de esta discapacidad, Karina ha demostrado una increíble fortaleza y adaptabilidad.
Por su parte, Blanquita, también una tortuga lora, de aproximadamente nueve años, ingresó al CRRAM el 15 de mayo de 2017.
Blanquita
Fue rescatada en Playa Santa Teresa, donde la encontraron varada en la playa con doble amputación de sus miembros anteriores. Al igual que Karina, Blanquita ha superado desafíos extraordinarios y se ha convertido en un símbolo de resiliencia.
Las causas de las amputaciones en ambas tortugas son objeto de diversas hipótesis, que van desde ataques de depredadores hasta encuentros con hélices de embarcaciones, enredos en redes fantasmas o líneas de pesca, e incluso amputaciones deliberadas para liberarlas de redes de pesca activas.
Actualmente, Karina y Blanquita residen en el tanque de exhibición de tortugas marinas ubicado fuera del módulo de acuario del PMP.
Los expertos explicaron que estas tortugas loras, siendo una especie principalmente carnívora, se alimentan principalmente de sardinas y calamares bajo el cuidadoso seguimiento y atención de los expertos del parque.
El PMP alberga, además, a otras dos tortugas marinas residentes: una tortuga lora y una tortuga de carey. Aunque todas ingresaron inicialmente al CRRAM, debido a sus circunstancias o a su evolución durante la rehabilitación, no fueron consideradas aptas para su liberación una vez completado su tratamiento.