POR Luanna Orjuela Murcia | 25 de octubre de 2023, 15:20 PM

Costa Rica, conocida por su asombrosa biodiversidad, es un destino de ensueño para los amantes de la fotografía de aves, conocidos como pajareros.

Sin embargo, entre las más de 900 especies que habitan este paraíso natural, hay algunas que desafían incluso a los fotógrafos más experimentados.

Conversamos con Pablo Elizondo, un fotógrafo, apasionado pajarero y especialista en biodiversidad, para descubrir cuáles son las siete especies de aves más difíciles de fotografiar en Costa Rica.

"Los gustos son variados, ya que muchos fotógrafos buscan los colores vistosos que exhiben muchas de las especies que habitan nuestros bosques, mientras que otros vienen a nuestro país en busca de una oportunidad más sencilla de poder fotografiar alguna especie difícil de observar en otros países, por ejemplo el quetzal", indicó Elizondo a Teletica.com.

Repasamos la lista a continuación (sin orden de dificultad de avistamiento):

1. Zopilote Rey (Sarcoramphus papa)

Fotografías cortesía de Pablo Elizondo.

El Zopilote Rey, una majestuosa ave carroñera, es la tercera ave americana más grande y se caracteriza por su plumaje predominantemente blanco con toques de rosa y amarillo. Sin embargo, su tamaño y su tendencia a desplazar a otros buitres en la búsqueda de alimento lo convierten en una especie escurridiza para fotografiar.

2. Pájaro Sombrilla (Cephalopterus glabricollis)

Este pájaro negro, que recuerda a un cuervo con un peinado llamativo, es único en su aspecto. El macho posee un saco rojo de piel desnuda en la garganta que es generalmente visible. La hembra carece del saco de la garganta y de la cresta parecida a un paraguas, pero sigue siendo única, grande y totalmente negra.

3. Quetzal (Pharomachrus mocinno)

Fotografías cortesía de Pablo Elizondo.

El Quetzal es conocido por su belleza y simbolismo cultural. ¿Sabía que en Costa Rica la población de quetzales es más grande que en Guatemala, el país que la nombró como su ave nacional? Esto gracias a los esfuerzos que ha hecho Costa Rica para proteger sus bosques.

"Es muy difícil que, aun habiendo observado y fotografiado muchas veces un quetzal, un fotógrafo vaya a desperdiciar la oportunidad de obtener una mejor toma, pues nuestro país ofrece increíbles oportunidades fotográficas que permiten una mejor expresión artística en la fotografía", señaló el experto.

4. Colibrí Copo de Nieve (Microchera albocoronata)

Fotografía cortesía de Pablo Elizondo.

Este colibrí de tamaño pequeño mide unos 6,5 cm de longitud y pesa 2,5 gramos, destaca por su plumaje color púrpura oscuro con una corona blanca brillante, pero capturarlo en un lente es un verdadero desafío para los fotógrafos debido a su tamaño y su rápido vuelo. Los machos adultos son inconfundibles y un verdadero tesoro para los observadores de aves.

5. Coqueta Crestinegra (Lophornis helenae)

Fotografía de Pablo Elizondo.

La Coqueta Crestinegra, un pequeño colibrí, se confunde fácilmente con un insecto debido a su comportamiento y apariencia. Su vuelo rápido y su plumaje único hacen que el capturar su belleza en una foto sea todo un desafío. Según Ebird, portal de avistamiento de aves, es una especie muy rara de ver. Los machos tienen una cresta muy escasa de plumas negras y pico rojo. La hembra tiene partes inferiores punteadas notoriamente y una franja blanca ancha en la rabadilla (extremidad movible en donde están las plumas de la cola).

6. Mielero Verde (Chlorophanes spiza)

Fotografía Pablo Elizondo.

Esta especie tiene un marcado dimorfismo sexual. El macho es principalmente de plumaje azul-verde con la cabeza negra (excepto la nuca y la garganta). La cola y las alas son oscuras, pero con las plumas bordeadas de verde. El ojo es de color rojo. Las hembras y los ejemplares jóvenes poseen un plumaje completamente verde, amarillento en las partes ventrales. Este pájaro se alimenta en todos los niveles del bosque, sobre todo en el dosel de árboles y en los arbustos en fructificación y floración.

7. Mielero Patirrojo (Cyanerpes cyaneus)

Fotografía de Pablo Elizondo.

Según EBird, el Mielero Patirrojo, un pequeño mielero tropical, prefiere los bosques y áreas semiabiertas con árboles altos. Fotografiarlo es complicado debido a su comportamiento grupal y su hábito de alimentarse en árboles en flor.

La fotografía de aves es una pasión que a menudo lleva a los fotógrafos a gastar grandes sumas de dinero en equipo y viajes. Esta actividad contribuye de manera importante a la economía nacional y fomenta la apreciación y conservación de los recursos naturales. 

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