POR Gabriel Pacheco | 3 de agosto de 2024, 8:00 AM

Aunque en algunos parques de la Gran Área Metropolitana relucen grandes árboles frutales que son tentadores para los transeúntes y vecinos, una investigación del Tecnológico de Costa Rica (TEC) enciende las alarmas sobre si es posible o no ingerir esos frutos.

Según el estudio desarrollado por Teresa Salazar y Guillermo Calvo, ambos doctores en Ciencias Naturales, las hojas y frutos de plantas y árboles cercanos a carreteras con alto tránsito vehicular no son aptas para el consumo porque tienen altas concentraciones de metales pesados.

Entre las sustancias encontradas están el zinc, cromo, cobre, vanadio y plomo; este último, clasificado como una las 10 sustancias químicas más peligras para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud.

Incluso, la entidad asegura en su página web que “no existe ningún nivel por debajo del cual se pueda afirmar que la exposición al plomo no tenga efectos nocivos (para la salud)”.

"En Costa Rica nunca se han hecho estudios para medir las consecuencias de los metales pesados en seres humanos, pero en otros países se ha logrado correlacionar riesgos a la exposición con cáncer, problemas del corazón, en niños se han detectado problemas de crecimiento", explicó la investigadora Teresa Salazar a Teletica.com.

La experta asegura que aunque las muestras se hicieron en hojas de árboles y plantas, las concentraciones son tan altas que los frutos pueden absorberlos también, por lo que es válido extrapolar el hallazgo. 

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Salazar asegura que, en una primera instancia, el objetivo del experimento era probar una novedosa técnica para detectar los metales pesados, llamada “medición por medio de propiedades magnéticas”, mediante la cual resulta mucho más barato estudiar estos elementos que con las técnicas más comunes usadas actualmente; sin embargo, además de probar la eficacia de la metodología, lograron descubrir la presencia de los metales en estas plantas. 

"Actualmente, el costo de la medición de un solo metal con las técnicas convencionales es de $30, pero a través de las propiedades magnéticas es de $1, aproximadamente.

"Al ser más económico y fácil de realizar, nos da más oportunidades para estudiar los metales pesados. Actualmente, hay pocos estudios de este tipo en el país pese a lo peligrosos que son", estima la especialista.

Las plantas y árboles son una barrera natural contra los metales pesados

​La investigadora explica que, si bien las plantas y hojas de árboles cercanas a carreteras no se pueden consumir, sí tienen un enorme beneficio como barrera natural para evitar que los metales pesados lleguen hasta las casas de las personas que viven cerca.

"Nosotros muestreamos un árbol a 50 metros del peaje de Alajuela, está al puro frente de la casa de un señor al que, literalmente, le está salvando la vida, porque las hojas de ese árbol arrojaron una concentración significativamente alta.

"Él nos dijo que sembró el árbol justamente para protegerse de la contaminación, él trabajó en el peaje, entonces seguramente en algún momento le explicaron los riesgos de exponerse a esos metales", contó Salazar.

En total, el equipo tomó muestras en 13 lugares de la Gran Área Metropolitana, entre estos Alajuela, Hatillo, Ochomogo y Coronado. La investigación inició en 2017 y culminó recientemente.

"Gracias a los resultados obtenidos, desarrollamos otro proyecto que ya está en marcha en el que estamos mapeando toda la provincia de Cartago en busca de otras fuentes de contaminación por metales pesados, porque este estudio solo se centró en el tránsito", finalizó la investigadora del TEC.

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