La activista sueca de los derechos humanos Anna Ardin fue una de las mujeres que denunció a Assange, llevando a su pedido de detención en 2010. Le contó a la BBC cómo se siente tras su liberación.
Assange, de 52 años, aterrizó la noche del miércoles en Canberra después de declararse culpable de divulgar secretos militares.
El fundador de Wikileaks se declaró culpable ante un tribunal de las Islas Marianas, un territorio de EE.UU., y regresará a Australia en libertad.
Perseguido por las autoridades estadounidenses por haber revelado cientos de miles de documentos confidenciales, el australiano debe comparecer ante un tribunal federal.
"El encarcelamiento del fundador de WikiLeaks no sirve de nada y queremos que pueda regresar a su país", dijo el primer ministro Anthony Albanese.
Si no se presentan estos nuevos requerimientos en plazo, el fundador de Wikileaks podrá apelar su extradición, aceptada en junio de 2022 por el Reino Unido, según una resolución judicial.
Durante las jornadas previas al juicio, su esposa y gente cercana habían alertado sobre el frágil estado de salud del australiano de 52 años.
Andrei Molodkin pondría en marcha la desintegración con ácido de 16 icónicas obras si el fundador de Wikileaks muere preso.
Consideran que "transcurridos 12 años desde la publicación" de los primeros documentos "ha llegado el momento de que el gobierno de Estados Unidos ponga fin a su persecución a Julian Assange".
84 parlamentarios del Bundestag rechazan la extradición del fundador de Wikileaks a del Reino Unido a Estados Unidos. Sería una "señal fatal para la libertad de prensa".
Washington quiere juzgar al fundador de la web de filtraciones WikiLeaks por la publicación a partir de 2010 de unos 700.000 documentos diplomáticos y militares secretos.
Esta petición se da después de que la justicia británica autorizara el miércoles a Washington a apelar contra la negativa a extraditarlo.
