Por Juan José Herrera |4 de enero de 2025, 10:00 AM

El 2025 llegó y con él la promesa histórica de los aires electorales que, irremediablemente, dictarán el rumbo de la dinámica entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo.

Aun cuando hay temas urgentes en el tintero, como las jornadas 4/3, el combate a la inseguridad y el último pulso por la “Ley Jaguar”, nada tendrá un peso tan preponderante en los discursos y esfuerzos como la elección de febrero del 2026.

Y en ese contexto hay dos fechas importantes este año: el 31 de enero y el 31 de julio.

La primera es el plazo máximo para que los vicepresidentes, ministros, magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Supremo de Elecciones y otros jerarcas renuncien a sus cargos si desean participar en las justas presidenciales.

La segunda es el corte para que ministros, magistrados y el propio Presidente de la República abandonen sus funciones en caso de querer ser diputados.

Con eso en mente, el término de este mes será crucial para entender un poco cuál será el rol del actual gabinete en la venidera campaña, con nombres como el de Mauricio Batalla (Transportes) y Laura Fernández (Presidencia) como potenciales caras de la fórmula “chavista”.

Paralelo a esto, ya hay muchos otros nombres que, directa o indirectamente, suenan para intereses similares en Cuesta de Moras.

En Liberación Nacional, la fracción con más votos en el Congreso, al menos dos diputados han reconocido públicamente que quieren ser candidatos: Gilbert Jiménez y Carolina Delgado.

En el PUSC ha coqueteado con esa idea Vanessa Castro; mientras que en el PLP y Nueva República aparecen Eli Feinzaig y Fabricio Alvarado, respectivamente, como opciones casi lógicas para la contienda.

Y en el oficialismo, hoy la gran incógnita rumbo a febrero 2026, Pilar Cisneros ya aceptó que comandará la campaña de quien decida, o se elija, para continuar con el legado de Rodrigo Chaves, este último sujeto a rumores que van y vienen sobre la posibilidad de ser diputado.

Con ese panorama más o menos claro, es imposible no pensar que el tono electoral sonará más fuerte que cualquier otro.

“Si hasta ahora el discurso ha sido uno de guerras avisadas, aquí ya no van a ser avisadas, van a ser una realidad, porque se entra en el juego político. Lo que nosotros estamos apelando es a la responsabilidad, al deseo de querer de verdad gobernar tanto desde el Congreso como desde el Gobierno.

“El llamado también tiene que ser a la responsabilidad de los partidos que quieren promocionar a sus candidatos y se desentienden del resto”, afirmó el liberal Luis Diego Vargas.

Francisco Nicolás, de Liberación Nacional, insiste en que ese ruido electoral ya suena, desde hace mucho, en el Congreso, pero no por los diputados.

“El Ejecutivo viene en campaña desde el (20) 23 y eso mete mucho ruido, inquieta a mucha gente y molesta a mucha gente en el Congreso.

“El Ejecutivo no tuvo un adecuado control del tiempo para decir no estoy en campaña; al contrario, se mantiene en campaña y seguirá en campaña, entonces es ahí que se ha exacerbado el tema del diálogo electoral en el Congreso”, criticó el verdiblanco.

¿Y los proyectos?

Al Ejecutivo, como bien recuerda la oficialista Ada Acuña, le queda un mes más en el control de la agenda legislativa.

En ese escaso tiempo, asegura, impulsarán la venta del Banco de Costa Rica, la golpeada “Ley Jaguar” y el proyecto de jornadas excepcionales o jornadas 4/3.

Las dos primeras, estelares del Ejecutivo, tienen un panorama dispar: la venta del BCR es repudiada por una mayoría de diputados y la reforma a la Contraloría, que incluye la “Ley Jaguar”, no gusta al Gobierno por la vía legislativa, pues su interés es, y seguirá siendo, el referendo.

“Yo creo que si tiene posibilidades (de aprobarse) dentro de la comisión y dentro de la Asamblea Legislativa yo votaría y optaría por esa vía y que asumamos la responsabilidad y las consecuencias de cara a esta propuesta del Poder Ejecutivo”, aseveró Acuña.

Esa es la única y última posibilidad de esa reforma, pues todas las demás puertas se le han cerrado al proyecto estrella de Chaves.

El tercer punto, que nace del PUSC, tiene mucha más voluntad en el Congreso, pero no por eso un camino fácil.

“De aquí en adelante los proyectos no van a ser fáciles, tenemos solamente un mes, vamos a ver cuál va a ser la prioridad de estos proyectos y cómo se van a manejar dentro de una Asamblea Legislativa completamente politizada, con intereses ya de perfil de precandidaturas”, sentenció Acuña.

La Asamblea Legislativa, y el propio Poder Ejecutivo, regresarán a labores este 6 de enero.

YouTubeTeleticacom