Ministra de Salud: Más de 4% de ticos consume marihuana activamente
"Tenemos que agarrar al toro por los cuernos y tratar de regularizar esta actividad que ya se está dando", dijo la jerarca sobre el proyecto que envió el Ejecutivo al Congreso.
La ministra de Salud, Mary Munive, aseguró que más de un 4% de la población costarricense consume marihuana de forma activa.
Así lo reveló en una entrevista con Teletica.com, donde brindó los datos desprendidos de una reciente encuesta del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
"Esa cantidad es bastante. Tenemos que saber que las leyes avanzan un poco más lento que las dinámicas de la población y si no empezamos ya a poner este tema sobre la mesa y a conversar de ello, nos vamos a quedar rezagados. Esta ola nos va a revolcar y no la vamos a poder surfear", indicó la jerarca.
Recientemente, el Poder Ejecutivo envió a la Asamblea Legislativa el proyecto de legalización del cannabis lúdico. La nueva jerarca apoya la iniciativa, pero reconoce que existen áreas de mejora. Una de ellas es dejar de utilizar la palabra "recreativa".
"Esa palabra implica algo de disfrute, de salud, y yo quisiera desligarlo del tema de cannabis, por eso lo llamamos cannabis de "uso adulto", porque obviamente la línea es que solo lo utilicen personas que tengan autodeterminación", agregó.
Además, aclaró que nunca se busca incentivarlo, sino regularlo, pues los datos respaldan que es una actividad que ya se da en Costa Rica.
Para eso es importante analizar el manejo de otros países como Estados Unidos, Canadá, Chile, Uruguay, entre otros.
"Generalmente, el consumo no es ilegal, pero sí todo lo inmerso alrededor de esto. Como ministra del Deporte, fui a audiencias y defendí técnicamente la parte del porqué es importante generar una legislación al respecto (...) Tenemos que agarrar al toro por los cuernos y tratar de regularizar esta actividad que ya se está dando", concluyó.
Munive, además, sostiene que se ha demostrado que regular el uso de la marihuana baja los costos para el Estado, no aumenta el consumo en personas menores de edad, genera ingresos a las autoridades, que luego se utilizan para manejar las dependencias, y se reportan menos intoxicaciones.
Se pretende también restringir su uso en las zonas públicas, así como funciona con el tabaco.
