POR William Álvarez | 26 de marzo de 2014, 9:22 AM

La moda puede tener consecuencias, o al menos eso parece en este caso. Danny Bowman es un joven de nacionalidad británica. El muchacho, de apenas 19 años, confesó al diario Daily Mirror que llegó incluso a sacarse doscientos selfies por día.

"Mi alarma sonaba y podía sacar 10 fotos antes de que me duchara. Luego sacaba otras 10 luego de la ducha y 10 más después de arreglarme (...) Luego pasaba horas mirándolas y escrutando mis facciones, mi piel. Tomé selfie en la cama, en el baño, todo el día hasta la madrugada", comentó el joven en sus declaraciones.

La información incluso afirmó que el joven en algún momento pensó en el suicidio ante la dificultad de no encontrar la nota perfecta.

Danny abandonó el colegio, se alejó de sus amigos e incluso perdió doce kilos, indicó el medio. El carácter del joven también se modificó por su adicción, así lo señalaron sus allegados.

"Estaba en una búsqueda constante del selfie perfecto y cuando me di cuenta que no podía, quise morir. Perdí a mis amigos, mi educación, mi salud y casi mi vida", aseveró Danny al medio. Los expertos señalaron que los problemas del joven tienen que ver con un trastorno mental y la importancia de mostrar la mejor imagen.

"La gente no se da cuenta que cuanto sube fotos de ellos mismos a Facebook o Twitter pueden rápidamente perder el control. Se convierte en una misión lograr aprobación y esto puede destruirte”, agregó el joven.

Danny incluso llegó a comparar está adicción con la dependencia a algunas drogas.