POR Teletica.com Redacción | 20 de mayo de 2016, 17:54 PM

El aumento de la esperanza de vida, entre otros factores, condicionan en las personas adultas mayores la aparición de enfermedades crónicas, males neurológicos y discapacidades que derivan en la dependencia.

Por múltiples razones, el cuidado de esta población recae en las mujeres adultas 78%, según una Encuesta realizada en Costa Rica y México por la marca de incontinencia Urinaria TENAÒ.

Dicha Encuesta también reveló que, en su mayoría, los cuidadores son primerizos 63% y asumen la carga total del cuido del adulto mayor sin contar con el conocimiento y apoyo necesarios para ejercer tan ardua labor.

Los cuidadores primerizos.

Los cuidadores son por lo general los familiares que, sin experiencia, dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo al cuidado diario de adultos mayores discapacitados o enfermos para que éstos puedan desenvolverse en su vida diaria.

La mayoría de los cuidadores no tiene una remuneración por esta labor y tampoco reciben suficiente ayuda de otras personas o la familia. Incluso es frecuente compartir la función de “cuidador de un mayor” con la de “cuidador de la propia familia”, en el caso de mujeres que son, además, jefas de hogar.

Los cuidadores padecen una gran carga emocional provocada por la responsabilidad de cuidar a sus seres queridos y suelen desarrollar enfermedades y trastornos psíquicos asociados a la tensión provocada por la atención constante al paciente.

¿En qué consiste cuidar?  

Los cuidadores realizan labores de la casa: como cocinar, lavar, planchar y limpiar y, además, trabajan en la movilización o traslado del adulto mayor al interior del domicilio o en las salidas al hospital, por ejemplo.

Asimismo, se ocupan de la higiene personal diaria del adulto mayor, la supervisión y administración de la medicación; asistencia en la realización de pequeñas tareas como darles de beber, poner la radio, leerles el periódico, etc.

También se enfrentan a síntomas diversos del adulto mayor como: alteraciones de la conducta, incontinencia urinaria, agitación, agresividad, alucinaciones, problemas de memoria, entre muchos otros.

Los problemas más frecuentes en los cuidadores son consecuencia del agotamiento a largo plazo, un 25% de los entrevistados aseguran que han descuidado su propia salud. Se pueden padecer desde problemas musculares o de espalda hasta alteraciones del sueño.

Es importante que el cuidador busque ayuda, consuma una dieta saludable y equilibrada, duerma suficiente y preste atención a cualquier síntoma propio que ponga en peligro su bienestar y, en consecuencia, la ayuda que puede brindar a su familiar dependiente.

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