De la A a la Z
Estrés laboral: el enemigo silencioso que sabotea el desempeño profesional
No solo disminuye el rendimiento profesional, sino que también puede tener repercusiones devastadoras en la salud física y mental de los trabajadores.
Dra. Johana Alvarado/ ICF Young Leader Award.
¿En qué consiste la Parábola del Erizo de Arthur Schopenhauer?
Imaginen una fría noche de invierno. Un grupo de erizos busca calor para sobrevivir. Se acercan unos a otros, pero rápidamente sienten el dolor de las púas del otro y se alejan. Este ir y venir, acercarse y alejarse, es una danza constante de encontrar equilibrio entre la proximidad y la distancia, una metáfora que puede revolucionar nuestra comprensión del liderazgo y las relaciones humanas. ¿Hasta dónde están dispuestos a acercarse sin lastimarse? ¿Cómo pueden liderar y relacionarse sin perder su esencia o lastimar a otros?
Les invito a profundizar en el significado que pueda tener para ustedes algunos elementos de esta parábola. En este caso, vamos a ver algunos relacionados con las púas de los erizos, que representan nuestras defensas y barreras personales. En el contexto del liderazgo, así como en la vida misma, estas púas pueden simbolizar nuestras creencias limitantes, traumas no resueltos y patrones de comportamiento que dificultan nuestras interacciones con los demás. Podría ser más sencillo con aquellas púas que son conscientes; sin embargo, aquellas más arraigadas usualmente son inconscientes.
“Hasta que el inconsciente se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo llamarás destino”, Carl Jung.
He aquí el desafío para cada uno de los que leen esta columna.
Veamos al menos cuatro aplicaciones prácticas:
1. Autoconocimiento y transformación personal
Las púas más largas y punzantes podrían ser reflejo de aspectos de nosotros mismos que no hemos trabajado. En la vida y en el liderazgo, es esencial reconocer nuestras propias defensas y trabajar en ellas. Nuestras creencias de la infancia o familiares pueden ser esas púas invisibles que condicionan nuestras acciones y reacciones. Al cuestionarlas y transformarlas, podemos acercarnos más a los demás sin causar ni sentir dolor.
2. Resiliencia y crecimiento postraumático
Los traumas del pasado pueden hacer que nuestras púas sean más afiladas y dolorosas. Sin embargo, estos no definen nuestro futuro. Trabajar en sanar esas heridas nos permite tener relaciones más saludables y liderar con empatía y comprensión. Entender que el pasado no es equivalente al futuro abre la puerta a nuevas posibilidades y formas de relacionarnos.
3. Equilibrio en las relaciones
La parábola nos enseña la importancia de encontrar un equilibrio en nuestras relaciones. Ni demasiado cerca ni demasiado lejos. En el ámbito del liderazgo, esto implica ser lo suficientemente accesible para inspirar y guiar, pero también mantener una distancia que permita la autonomía y el crecimiento de los demás.
4. Construcción de confianza
Para poder acercarnos a otros sin lastimarnos mutuamente, es fundamental construir un ambiente de confianza y respeto. Esto se logra a través de la comunicación abierta, la empatía y la vulnerabilidad compartida. En el liderazgo, construir esta confianza permite crear equipos cohesionados y resilientes.
Las púas de los erizos son una metáfora poderosa que simboliza nuestras propias defensas y barreras. Al trabajar en ellas, podemos mejorar nuestras relaciones y convertirnos en líderes, padres o madres, hermanas o hermanos, hijas e hijos, amigas o amigos más efectivos y humanos.
Si sienten que estas “púas” están afectando sus relaciones personales o profesionales, les invito a que inicien un proceso de exploración. Para más información y apoyo, pueden contactarnos al WhatsApp 7007-1250 o al correo coachjohanna@icloud.com.
Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.