Por Paulo Villalobos |12 de agosto de 2024, 11:45 AM

Costa Rica inició con los preparativos ante la posible llegada del virus Oropouche (OROV).

El Ministerio de Salud confirmó que puso en marcha la elaboración de un plan de respuesta a esta enfermedad zoonótica, cuya propagación provocó la alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La cartera incluyó al virus en su boletín semanal de vigilancia epidemiológica, enviado este lunes, siendo la primera ocasión en la que se enlista la Oropouche.

En la descripción se descarta la identificación de casos de la enfermedad en el territorio nacional, pero se agrega que “se han iniciado preparativos ante la posibilidad de introducción del virus en el país”.

Además, se explica en que la enfermedad pertenece a la familia Peribunyaviridae y es el agente causante de la fiebre del Oropouche. El virus fue aislado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago durante un brote y, posteriormente, en 1960, fue identificado en Brasil en el análisis de un oso perezoso.

La enfermedad se transmite a los humanos principalmente a través de la picadura del mosquito Culicoides paraensis (también conocido como jején, purruja o mosquito de la arena). Otros mosquitos, como Culex quinquefasciatus —ampliamente distribuido en Costa Rica— también pueden ser vectores de transmisión.

La fiebre de Oropouche se caracteriza por síntomas similares a los del dengue, como fiebre alta, cefalea, mialgias y artralgias, lo que hace esencial una diferenciación diagnóstica precisa, la cual se confirma mediante pruebas de laboratorio.

Aunque Costa Rica no tiene contagios de este virus, lo cierto es que, entre las semanas epidemiológicas 1 y 29 (es decir, hasta el 31 de julio) del año, se han notificado 8.078 casos confirmados de fiebre de Oropouche en la región de las Américas, incluidos dos fallecimientos.

Estos diagnósticos se hicieron en cinco países: Bolivia (356 casos), Brasil (7.284 casos y 2 defunciones), Colombia (74), Cuba (74) y Perú (290).

Recientemente, también se ha informado sobre la detección de dos diagnósticos en España, que corresponden a viajeros que contrajeron la enfermedad en Cuba.

"Estas circunstancias requieren una respuesta coordinada y oportuna por parte de los países afectados para intensificar la vigilancia epidemiológica, mejorar las capacidades de diagnóstico y reforzar las medidas de control vectorial", subrayó el Ministerio de Salud.

​Sobre este particular, Teletica.com solicitó una entrevista con un vocero de la cartera desde el 26 de julio anterior. Hasta el cierre de esta publicación, no se ha recibido respuesta.

Epidemiología

La fiebre de Oropouche sigue dos ciclos distintos de transmisiónEl primero es el ciclo selvático, donde el virus circula típicamente a través de la transmisión biológica entre animales vertebrados silvestres, como aves, monos, perezosos y roedores; y vectores invertebrados, como los mosquitos Ochlerotatus serratus y Coquillettidia venezuelensis, que pueden ser responsables de la perpetuación del virus en entornos selváticos.

Un segundo ciclo ocurre en áreas de bosques degradados y zonas urbanas, donde se cree que los humanos pueden actuar como hospederos amplificadores. En este ciclo, la especie Culicoides paraensis es el principal vector urbano de la enfermedad, y Culex quinquefasciatus actúa como un vector urbano secundario, facilitando la diseminación del virus en áreas urbanas densamente pobladas. 

Desde la década de 1960, se han documentado brotes en Brasil, Ecuador, Guayana Francesa, Panamá, Perú, así como en Trinidad y Tobago. En estos brotes, tanto hombres como mujeres de todas las edades han sido afectados, con una mayor incidencia en niños y jóvenes.

La enfermedad presenta un cuadro clínico similar al del dengue, con entre cuatro y ocho días de incubación (rango de tres a 12 días). Los síntomas comienzan de manera súbita e incluyen fiebre, cefalea, artralgias, mialgias, escalofríos, y en ocasiones, náuseas y vómitos que pueden durar entre cinco y siete días.

En raras ocasiones, pueden presentarse complicaciones como meningitis aséptica. No obstante, la mayoría de los casos se resuelven en una semana.

Actualmente, no se dispone de vacunas ni medicamentos antivirales específicos para prevenir o tratar la infección por Oropouche. El enfoque del tratamiento sintomático se centra en aliviar el dolor, rehidratar al paciente y controlar cualquier síntoma que se presente.

Un aspecto que ha generado mayor atención recientemente es la aparición de posibles casos de transmisión vertical del virus en Brasil. Hasta el 25 de julio, se había registrado una muerte fetal, un aborto y cuatro casos de recién nacidos con microcefalia en tres estados diferentes de ese país.

Todos esos casos están bajo investigación para determinar la posible relación entre el virus y las complicaciones perinatales.

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