El imparable Andrés y su energía contagiosa
Es dueño de un cuadraciclo, con el que se pasea por el pueblo y lo utiliza como medio de transporte para colaborar en la limpieza de lotes cercanos.
Así son todos los días con Andrés: cargados de energía y entusiasmo, con un toque de adrenalina. Es dueño de su cuadraciclo, con el que se pasea por el pueblo y lo utiliza como medio de transporte para colaborar en la limpieza de lotes cercanos.
En casa, su ayuda es incondicional, especialmente en el jardín, donde Andrés se encarga de dejar bien podado el césped.
La música corre por sus venas. Desde muy pequeño, la percusión ha sido su vida. Forma parte de la banda de Tabarcia, y el amor por los timbales, redoblantes y tenores lo lleva a entonar una melodía todos los días.
Su madre, doña Ana, ha sido su mayor motivación para aprender, instruirse y convertirse en un pilar fundamental del hogar. Gracias a su impulso, hoy Andrés es un hombre trabajador, incansable y dispuesto a dar lo mejor de sí en cada tarea que emprende (ver nota completa en el video adjunto).
Ha sido su papá quien le ha inculcado el don del trabajo y el esfuerzo, y lo acompaña y guía con sus sabias palabras.
Andrés no le teme a nada y se apunta a todo. Su mensaje es claro: los límites existen solo si los aceptamos. Para él, cada día es una nueva oportunidad para superarse y demostrar que, con esfuerzo y actitud, siempre se puede volver a empezar.
