Por Juan José Herrera |5 de noviembre de 2024, 15:10 PM

En julio anterior, el diario estadounidense The Economist realizó un análisis estadístico sobre la vulnerabilidad de las 70 economías más cercanas a los Estados Unidos, de cara a un eventual regreso de Donald Trump al poder.

Ese estudio, elaborado por la Unidad de Inteligencia del prestigioso medio, determinó que Costa Rica ocupaba el segundo lugar entre las naciones con mayor índice de riesgo ante un triunfo republicano, apenas superada por México.

Esa posición se explica, según el informe, por la enorme dependencia que Costa Rica tiene con el gobierno estadounidense en materia de seguridad, y en menor medida, pero no escasa, en temas de comercio e inmigración.

Todo esto pasa por las políticas que ha defendido Trump para su eventual administración, muchas enfocadas en recortar el apoyo a otras naciones para concentrar esfuerzos en la recuperación de EE. UU.

Pero eso no significa, necesariamente, que un gobierno republicano materializaría esos riesgos, ni tampoco que uno demócrata garantizaría lo contrario.

¿Qué proponen Kamala Harris y Donald Trump y cuál sería su implicación para Costa Rica?

“Con una victoria republicana, los intereses de Estados Unidos van a estar por encima de los intereses de cualquier otra parte del mundo. Trump demostró ser una persona que no cree en el multilateralismo, no cree en Naciones Unidas, peleó contra la OTAN, son fuertes hacia la guerra y ha hablado de terminar la guerra en Ucrania en 24 horas”, señaló la analista internacional Nuria Marín.

Ella fue parte de los invitados en un webinar organizado por LEAD University para, precisamente, explicar las implicaciones de la elección de este 5 de noviembre.

Marín añadió que, si bien los demócratas abogan por ese multilateralismo, el conflicto de Medio Oriente entre Israel y Hamás, podría tener implicaciones directas para el país, como por ejemplo el costo de los combustibles.

Marín señaló que en cada bando hay políticas diametralmente opuestas.

“Estados Unidos es nuestro mayor mercado, el mayor proveedor de turismo y el mayor proveedor de inversión extranjera directa, pero tenemos que saber qué va a significar 'America First' en términos de relocalización de industrias que hoy nos beneficia, se va a privilegiar que esa industria sea en Estados Unidos”, dijo en relación con un gobierno de Trump.

Los demócratas, en cambio, tienen una mayor apertura a la migración, impulsan las relaciones con países aliados o defienden el combate del cambio climático, que es otra agenda importante para Costa Rica.

En el tema migratorio, Centroamérica tendría un enorme impacto si Trump llega al poder, pues el republicano insiste en una política de deportación.

“La inmigración en Centroamérica tendría un fuerte impacto, a nivel de remesas, por ejemplo, que todavía tienen un peso importante en muchas economías del área, pero también con el retorno de migrantes a la región, que tendría una incidencia directa en temas como el empleo”, finalizó Marín.

¿Y los impuestos?

El punto que más preocupa a nivel arancelario es la propuesta de Donald Trump de una tarifa universal del 10% para todos los bienes importados y un 60% adicional para los productos chinos.

“Dado que las exportaciones de Costa Rica a EE. UU. en 2023 alcanzaron los $8,2 miles de millones, ese arancel rondaría los $800 millones. Aquí se abren dos opciones: que los productores costarricenses asuman ese incremento, para mantener la competitividad, o trasladarlo al precio de venta”, explicó Pablo González, especialista de Mercado de Valores.

En el bando demócrata, la campaña de Kamala Harris anunció que mantendrá las políticas proteccionistas actuales, aunque sin especificar nuevas tarifas.

“En términos generales, ambos partidos continuarían apostando por el proteccionismo, aunque los republicanos impondrían un esquema de aranceles más intenso. A nivel macroeconómico, el principal impacto sería sobre las exportaciones, si se implementa la tarifa arancelaria propuesta por Trump (10%)”, añadió González.

Esas decisiones, sin embargo, podrían impactar la producción mundial, al generar presiones de demanda y un menor ritmo de crecimiento del comercio internacional.

“En cuanto a las inversiones, será crucial el efecto total de las políticas públicas de ambas campañas sobre la inflación, ya que influirá en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.

“Si la implementación de las medidas es rápida, se podría ver mayor cautela de la FED en la reducción de tasas de interés. Esto llevaría a una apreciación más lenta de los activos financieros, especialmente bonos”, finalizó el experto.

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