¿Quién podría sustituir a Joe Biden como candidato en Estados Unidos?
Faltando pocos meses para las elecciones, el presidente estadounidense está bajo presión para dar paso a un candidato más joven y vigoroso que enfrente a Donald Trump.
El primer debate electoral de 2024 entre Donald Trump y Joe Biden no fue un éxito para el actual presidente de Estados Unidos. Con 81 años de edad, por momentos pareció confuso y tropezó con sus palabras, haciendo que Trump, de 78, pareciera sereno y lúcido en comparación.
Una encuesta realizada tras el debate, encargada por CBS, reveló que el 72 por ciento de los votantes registrados opinan que Biden no tiene las capacidades "mentales y cognitivas" necesarias para ser presidente de EE. UU., aunque aproximadamente la mitad de los votantes dicen lo mismo acerca de Trump. Y lo que es aún más preocupante, el 46 por ciento de los votantes demócratas registrados creen ahora que Biden no debería presentarse. Esto supone un aumento del 10 por ciento desde febrero.
El partido Demócrata ya ha tomado nota de la situación.Pese a que sus principales líderes apoyan a Biden y la Casa Blanca insiste en que no abandonará la carrera, se especula sobre los candidatos que podrían sustituirlo para enfrentarse a Trump en noviembre. ¿Quién podría tomar el relevo?
Kamala Harris
La segunda de Biden, Kamala Harris, es la opción más obvia para asumir la candidatura demócrata. En 2020, hizo historia al convertirse en la primera mujer y en la primera persona negra en ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos. Pero no ha conseguido éxito en la tarea que se le encomendó al comienzo de la presidencia de Biden: frenar la afluencia de inmigrantes. Y eso es algo que Trump usa en su contra.
Desde 2023, Harris ha ido consolidando su perfil como portavoz de los derechos reproductivos, convirtiéndose incluso en la primera vicepresidenta de la historia en visitar una clínica en la que se practican abortos.
Un sondeo de Ipsos de esta semana situaba a Harris sólo un punto porcentual por detrás de Trump (42 por ciento frente al 43 por ciento). Sin embargo, la misma encuesta prevé un empate entre Trump y Biden, con un 40 por ciento de los votos para cada uno. Otros sondeos dan a Trump una ligera ventaja.
Gretchen Whitmer
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, tiene 52 años y es una figura a tener en cuenta en el Partido Demócrata. Ha llevado adelante una serie de políticas progresistas en su estado natal, como ofrecer más créditos fiscales para las familias pobres, brindar más protección a los grupos LGBTIQ+, y algunas medidas de control de armas.
Whitmer sigue siendo popular en Michigan -un estado indeciso- y se esperaba que pudiera presentarse a las elecciones presidenciales de 2028. Tras el último debate entre Trump y Biden, el medio digital Político citó una fuente anónima, según la cual Whitmer se quejó de que Biden ya no puede ganar en Michigan. Ella lo desmintió. "Estoy orgullosa de apoyar a Joe Biden como nuestro candidato y lo respaldo al 100 por ciento en la lucha para derrotar a Donald Trump", dijo en un comunicado.
Gavin Newsom
El gobernador de California, Gavin Newsom, se apresuró a defender a Biden tras el debate y a rechazar los llamados a que desista. "No se le da la espalda [a un candidato] por una actuación. ¿Qué clase de partido hace eso?" dijo Newsom a MSNBC.
Aunque Newsom parece decidido a ignorar las especulaciones sobre la posibilidad de sustituir a Biden, su nombre suele mencionarse con frecuencia en este contexto.
Newsom tiene experiencia en los negocios y fue alcalde de San Francisco antes de ser elegido gobernador de California, el estado más poblado y rico de Estados Unidos. Sin embargo, también allí hay problemas, como una gran escasez de viviendas y una ola de robos en tiendas de San Francisco.
J. B. Pritzker
El Gobernador de Illinois, Jay Robert "Bob" Pritzker, nació en el seno de una de las familias más ricas del mundo. A sus 59 años, es el heredero de la fortuna de los hoteles Hyatt, con un patrimonio neto estimado por la revista Forbes en unos 3.500 millones de dólares.
El multimillonario se convirtió en gobernador de Illinois en 2018. Desde entonces, ha impulsado políticas progresistas en materia de control de armas, derechos LGBTIQ+, aborto, inmigración y aumento del salario mínimo.
Pritzker criticó duramente a Trump, tildándolo de "delincuente convicto, violador declarado y mentiroso congénito". También lo calificó como un "narcisista racista, sexista y misógino, que quiere utilizar los resortes del poder para enriquecerse y castigar a cualquiera que se atreva a decir una palabra en su contra".
Pete Buttigieg
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, era una figura relativamente desconocida antes de presentarse a las primarias demócratas para las presidenciales de 2020 y conseguir luego un puesto en el Gobierno de Biden. Aun así, su carrera previa a la política es notable: tras graduarse en Harvard, estudió en Oxford como becario, trabajó para la consultora McKinsey y después se alistó en la Marina estadounidense durante ocho años. Su carrera militar incluyó seis meses en Afganistán como oficial de inteligencia.
De 42 años, es el candidato más joven de esta lista.
Josh Shapiro
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, presume de altos índices de aprobación en su estado, un campo de batalla crucial contra Trump en noviembre. Está a favor de recortar los impuestos a las empresas y contratar más policías.
Pero esas posturas podrían alejar a los votantes de las comunidades más liberales. Tras el debate entre Trump y Biden, Shapiro reconoció que Biden "tuvo una mala noche", al tiempo que señaló que Donald Trump había sido "un mal presidente".
Michelle Obama
La ex primera dama estadounidense Michelle Obama es la única figura de esta lista que nunca ha ocupado un cargo político, y la única a la que las encuestas sitúan muy por delante de Trump si decide presentarse.
La encuesta de Ipsos de esta semana preveía que ganaría el 50 por ciento de los votos, frente al 39 por ciento de Trump.
Michelle Obama ha dicho en repetidas ocasiones que no tiene ningún interés en presentarse a las elecciones presidenciales. Pero, en la política estadounidense, no resulta prudente descartar de plano a ningún candidato.