Tía Zelmira
Tía Zelmira: Los ticos comemos muy bien
La gastronomía costarricense es rica, buena y variada y posee un respaldo histórico consistente.
Periodista: Rogelio Benavides/benapresa@gmail.com
Cumpleañeros
Saludo en primer lugar a mis amigos que cumplen años el 24 de diciembre Marilín Gamboa, Jimmy Mussio, Juan Carlos Sibaja, Alfredo Moreno y Marvin Caravaca, quienes nacieron una Nochebuena. También cumplen años esta semana don Miguel Rosenfeld (25), el actor Gary Centeno (25), la cantante María Fernanda León (26), la dueña de Café Momo María Fernanda Molina, la dueña de Estación Atocha Don Bosco María José Guzmán Mora (27), el productor televisivo Heberth Durán (27), Cindy Esquivel Elizondo (28), Mariana y Catalina Guzmán Fonseca (28) y la gerente deportiva Melba Vega Vásquez (28). Felicidades a todos esos sobrinos cumpleañeros.
Está bien el tamal
Prometí volver con el tema gastronómico, tras unas publicaciones negativas sobre la comida costarricense. Los ticos comemos bien. El casado, el gallopinto y el chifrijo son comidas completas, balanceadas y saludables. Lugar aparte merece nuestro querido tamal, el platillo preferido en diciembre.
De acuerdo con la doctora Marjorie Ross, el nombre del tamal proviene de tamalli, que en náhuatl significa envuelto con cuidado. Pues con cuidado y respeto hay que hablar sobre este plato. El tamal, dice Ross, es, sin duda, uno de los platos de origen prehispánico de mayor difusión y permanencia; se prepara desde hace milenios y está tan enraizado en nuestra memoria culinaria que continúa consumiéndose profusamente en toda la región, más de quinientos años después de la Conquista.
Desatemos el tamal. Preparado con maíz, su masa también puede estar compuesta de arroz, papa, plátano o pipián; su relleno puede estar compuesto de carne, verduras, hortalizas y variados carbohidratos. A los tamales le ponen de todo, pero de acuerdo con mi experiencia, menos siempre es más; hay gente que les pone aceitunas, alcaparras, ciruelas, pasas, huevo duro, vainica, zanahoria, costilla de cerdo, pollo y mucho más. Definitivamente, es una comida completa, nutritiva y fácil de servir en cualquier lugar y a cualquier hora.
El maíz, base de la alimentación indígena, es el ingrediente principal de la cocina de Nicoya, territorio incluido en las zonas azules del mundo, caracterizada por la longevidad de su habitantes; es rico en leucina, un aminoácido responsable de mantener estable los niveles de glucosa en la sangre; tiene tiamina que ayuda a las células del organismo a convertir los hidratos de carbono en energía. El maíz aporta más del diez por ciento de la ingesta diaria recomendada de fósforo, magnesio, potasio, muchas vitaminas, hierro, manganeso, selenio, sodio y zinc y, muy importante, no contiene gluten.
Debemos promover más el tamal no solo por tradición, sino por ser una comida variada como el gallopinto, el casado y el chifrijo que tienen de todo. Puedo comer tamales en cualquier mes de año y a cualquier hora del día, pero los disfruto más en diciembre.
Este año los primeros los probé en la casa de mis amigos, el abogado Alex Montero y su esposa, Magda Campos; eran de Palmares y estaban buenísimos. Siempre he dicho que los palmareños tiene una masa especial, natural, fina y de muy buen sabor. Después tuve la suerte de probar los tamales preparados por doña Rosalidia Zamora Víquez y de la doctora Sandra León, preparados a base de plátano, una mezcla muy interesante y sabrosa. También probé los que me convidaron Franck Salas y Orlando Soto, pero sin duda alguna los mejores —o que más me gustan— son los preparados por doña Roxana González Morera, ella siempre se lleva el primer premio de la cata tamalera que hago en diciembre.
Siempre he pregonado ser un gourmet tamalero, no en hacerlos ni amarrarlos, sino en comerlos y disfrutarlos, pero, aunque ustedes no lo crean, esta vez he probado pocos. Todavía no llega Nochebuena, pero los tamales que he comido hasta ahora, han estado a la altura de mis exigencias. Prometí comentar los tamales que hizo por primera vez mi colega Susana Peña, pero como no los probé, no puedo opinar de lo que no conozco.
Una luz de paz
Al anochecer del 16 de diciembre, los fuegos artificiales inundaron con mil colores el cielo de nuestra capital, anunciando el inicio del Festival de la Luz, organizado con éxito y esmero por la Municipalidad de San José.
Esas luces llenas de esperanza, eran inofensivas, para divertir y no para matar. A la misma hora, en Palestina e Israel, el cielo de la Franja de Gaza también se iluminó, pero con luz asesina. Este bendito país de los ticos disfrutó con sencillez y mucha emoción el disparo… de los fuegos de artificio, porque anunciaban el arranque del festival más querido y más esperado.
El alcalde de San José Johnny Araya; Jorge Villalobos Loaiza, director del festival, y todos los empleados municipales, así como otros cuerpos de seguridad y apoyo como los Bomberos, Cruz Roja y Fuerza Pública, merecen un generoso aplauso. El público vitoreó a los guardias civiles y a los policías municipales y nadie disparó ni una bala de salva. Como he visto en años anteriores, no había terminado de pasar la maravillosa Banda de Limón, cuando las cuadrillas de limpieza de la Municipalidad se lanzaron con escobas, mangueras, agua, rastrillos, aspiradoras y camiones recolectores a dejar todo en orden y limpio, como debe ser.
Desde el Gimnasio Nacional, Paseo Colón, Avenida Segunda para terminar en el otrora Paseo de los Estudiantes, hoy el Barrio Chino, miles de caras se iluminaron felices. Cientos de costarricenses, sin distingos de ninguna clase, disfrutaron, en libertad y en paz, la luz de este bonito y exitoso desfile. Este es el acto más masivo de Costa Rica, porque llega a toda nuestra geografía y nos une en un solo sentimiento de amor.
Fue un espectáculo difundido ilimitadamente por las principales televisoras, porque este es un jolgorio de luz para esta tierra bendita, donde procuramos vivir en paz sin disparar ni un triquitraque en contra del prójimo. Este Festival es para todos, porque la luz brilla y alumbra sin pedir permiso.
Disfruté de los niños con sus caritas felices y sus sonrisas inocentes; se me estrujó el corazón al ver la felicidad de mis nietos Benjamín y Valentina ilusionados con el paso de las bandas y las carrozas; me alegró oírlos coreando la canción Río —la carroza de la Municipalidad— y me conmovió ver a Valentina, de seis años, recogiendo los desechos de la tarima y poniéndolos en los basureros dispuestos para el reciclaje. No todo está perdido, aún hay muchas luces de esperanza.
Celebro, además, el regreso del certamen Señorita San José, para darle realce a esta y otras actividades de fin de año. Hillary Sánchez Cantillo, es muy bonita, simpática y cumple con todos los requisitos para ser una digna Señorita San José.
Soy fanático de las bandas de Zarcero, Acosta, Pococí, La Fortuna, la del Valle de La Estrella, Mercedes, Don Bosco, Tarrazú, Orotina, Garabito, Nicoya, Colegio Nuestra Señora y la espectacular Banda Municipal de San José; me gustan, las disfruto, me emocionan y las aplaudo.
Mención aparte para la última de la noche: La Banda rítmica de Limón. La dejaron brillar al puro final porque fue el postre de la jornada espléndida y sabrosa. Más de 180 muchachos haciendo las cosas bien, con estilo, seguridad, creatividad como solo ellos saben hacerlo. Fue una banda ordenada, bien ataviada y muy profesional. Lo mejor de Limón es, sin duda, su gente; a ellos se les desborda el ritmo y… ¡qué ritmo!
Destaco también la última de las carrozas, seguro no fue la que más brilló, pero si la más justa, la más sentida y la más querida por muchos. La Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA), gracias al empeño de su rector don Guillermo Malavassi, nos dio una cátedra de historia, una lección de amor por la Patria, por la paz y la justicia social. Estudiantes y profesores, encabezados por don Guillermo, hicieron una representación del Capítulo de las Garantías Sociales, implementadas para la paz de este país por el Benemérito de la Patria, doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, el reformador social de Costa Rica. Seguro no hubo muchos aplausos ni algarabía cuando pasaron los de la UACA con su propuesta, pero aquel silencio también es muy significativo, todos lo deben haber percibido como algo para respetar, aunque no lo terminen de comprender ni aquilatar.
Es buena esta despedida del Festival para su creador Johnny Araya, quien siempre se esmeró en apoyarlo, con el sano y loable propósito de llevar diversión y entretenimiento a todo un país. Aquella noche lo vi disfrutar, con una sonrisa de franca satisfacción. No es para menos, Araya debe estar complacido de esta luz de paz repartida durante muchos diciembres. El Sol sale para todos; su luz nos pertenece, nos alumbra y nos da esperanza. Todos debemos tener luz, como tenemos aire.
“Que el aire no es de nadie, nadie, nadie... Y todos tienen su parcela de aire. Que nadie tenga tierra como se tiene traje: que todos tengan tierra como tienen aire”, sentenció Jorge Debravo.
Te tengo un vieras…
Vieras que la Miss Costa Rica Brenda Castro, quien se fue a estudiar actuación el CEA, de Televisa México, cumplió su meta al graduarse de esa academia de donde han salido destacadas figuras del cine, el canto y la televisión. Bien por ella que se propuso ser actriz y ya dio el primer gran paso. Para ella, según dijo, es el comienzo de una carrera de mucha resistencia y perseverancia. “Sigo visualizando y construyendo con mucha ilusión mi futuro artístico”. Conociendo a esta guapa de Guápiles, estoy seguro de que lo va a lograr.
Vieras que el pasado 15 de diciembre, conforme a la tradición de muchos años, el alcalde de San José, Johnny Araya, hizo una reunión de familiares y amigos en la que él y su esposa la odontóloga Sandra León preparan sendas paellas en una especie de competencia divertida y exitosa. Mi esposa Lilliana y yo probamos de las dos y la verdad es que pasaron la prueba.
En esa reunión decembrina convocada por Johnny Araya, aparte de los hermanos, hijos, primos y la familia de su esposa Sandra León, también acuden amigos como René Picado y Orlando Guerrero, quienes también me honran con su amistad incluso, siempre aprovechamos para tomarnos una foto los tres como parte de la tradición y para decir presente a este convivio que con tanto esmero y cariño organiza Johnny Araya. En esta actividad, a mi esposa "La Loba", Lilliana Mora, y a mí nos gusta, especialmente, saludar y compartir la mesa y una buena conversación con los amigos, el empresario limonense y ex diputado Danny Hayling y su esposa la odontóloga Tammy Taylor, quienes son una pareja muy agradable y muy divertida, disfrutamos mucho con ellos aunque solo los veamos una vez por año. Deberíamos este año que viene hacer el propósito de compartir un rice and beans. ¿Qué les parece?
Vieras que en el Festival de la Luz, en una de las tarimas, saludé al empresario artístico y productor Juan Carlos Campos con dos de sus preciosas hijas, que cada día se parecen más a su bonita mamá, la odontóloga Pamela Alfaro; las niñas también tienen rasgos de él y esa mezcla resultó muy buena. Además, son unas niñas simpáticas y muy educadas. Felicidades a los cuatro.
Vieras que he tenido la suerte de asistir a varios programas de El Chinamo y he comprobado, una vez más, que se trata de uno de los mejores y más exitosos espacios de la televisión de Costa Rica. Se trata de una idea de Ignacio Santos y René Picado que se ha consolidado año con año. Me gusta ir para sentir el ambiente y la festolina que arman en el estudio Marco Picado; todo el mundo está inyectado y con su actitud logran que el espacio sea muy divertido y eso lo perciben los televidentes, quienes mayoritariamente lo sintonizan para colocarlo en el primer lugar de preferencia, de acuerdo con las encuestas que miden la audiencia. Bien por Ignacio Santos, Alonso Acosta y todo el equipo chinamero. En esa chinameadera contagiosa, el martes estuve en el programa y tuve la suerte de saludar y tomarme una foto con la Miss Costa Rica Lisbeth Valverde, quien se apuntó a participar, junto con Omar Cascante, en uno de los concursos más emblemáticos de El Chinamo de Teletica. Aprovecho para decir que Lisbeth me parece una de las mejores representantes que ha tenido el país ante el Concurso de Miss Universo; es una muchacha preciosa, inteligente y muy simpática, bien por ella y por nosotros.
Vieras que el 18 de diciembre el constructor y desarrollador inmobiliario Héctor Anchia celebró su cumpleaños por todo lo alto con una Red Party, en Attali, Escazú. Tenía rato de no asistir a un sarao de tales características con lujos, buen ambiente, generosa en todo y con una lista de invitados; allí estaban muchachas muy guapas —de muy ben ver como dice Amanda Moncada— así como muchas parejas de la alta sociedad capitalina. El encuentro sirvió también para presentar el nuevo proyecto inmobiliario de Anchía. Gracias por la invitación, todo estaba muy rico.
Eso es todo, los quiere Tía Zelmira, la que todo lo mira.