POR Luis Jiménez | 28 de noviembre de 2024, 14:48 PM
El pasado lunes, una aeronave tipo Cessna matrícula TI-GER se accidentó en la cumbre del cerro Pico Blanco, en Escazú, San José, dejando como saldo cinco personas fallecidas y una persona sobrevivió al siniestro.
La avioneta chocó contra la montaña y recorrió al menos 50 metros entre la vegetación, impactando varios arbustos y un árbol de gran tamaño. Parte del fuselaje quedó casi que intacto, pero la cabina y el motor se desprendieron (ver video adjunto de Telenoticias).
“Esto es un milagro dadas las circunstancias y por cómo quedó la aeronave. Todos salieron expulsados, y que Paola quedara con vida es un milagro. Nuestra labor para llegar acá fue muy ardua y la ayuda de los baquianos fue muy importante.
“Tuvimos que escalar piedras, pasar por cataratas y muchos precipicios, pero siempre caminamos hasta poder llegar al lugar del accidente porque sabíamos que había familias sufriendo por saber cómo estaban los pasajeros de la avioneta. Hubo más de 200 personas involucradas en este rescate”, dijo Héctor Blanco, de Rescate Urbano.
La Dirección General de Aviación Civil confirmó que en la aeronave viajaban seis personas, incluyendo el piloto. Entre las víctimas mortales figuran, además del capitán Mario Miranda Ramírez (40 años), Ruth Pamela Mora Chavarría (27 años), Jean Franco Segura Prendas (28 años), Gabriela Calleja Montealegre (64 años) y Enrique Castillo Incera (56 años).
La única sobreviviente fue Paola de Los Ángeles Amador Segura, de 31 años, quien permanece internada, en condición estable, en el Hospital del Trauma.
“Cuando llegamos al lugar donde estaba la avioneta, escuchamos la voz de una mujer y sabíamos que muy probablemente teníamos que pasar la noche ahí hasta poder sacar a todas las personas. En estos accidentes no se puede dar por muerto a nadie y aún más cuando le dicen que hay vivos, porque ahí se acelera el corazón y se le ponen más ganas al rescate”, manifestó Blanco.
Las autoridades ahora investigan las causas del accidente de la avioneta, identificada con la matrícula TI-GER, que desapareció de los radares poco después de su despegue.
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