POR Jessica Quesada | 9 de junio de 2015, 7:22 AM

La sequía que azota la provincia Guanacasteca deja millones de colones en pérdidas agrícolas como caña y arroz, además de unos 100 bovinos muertos.

Esta realidad es muy dura para varias fincas en Santa Cruz, Filadelfia, Liberia y La Cruz.

La sequía, producto del Fenómeno del niño y el cambio climático, ha dejado a su paso más de 100 vacas muertas, más de 20 de ellas en la finca de Marcial Arrieta en Santa Cruz.

Según Corfoga, 400 mil cabezas de ganado se han visto afectadas lo que representa el 30% del hato del país y 13 mil productores han tenido pérdidas.

En otras llanuras las vacas lucen sus huesos, perdieron su bravura y hasta sus crías.

Los dueños de las fincas afectadas cuentan que por las noches el ganado brama de hambre y de sed.

Por si fuera poco, para poder alimentar al ganado deben recurrir a suplentes que les generan grandes deudas. Cada paca de pasto tiene un costo de entre 1.800 y 2 mil colones.

Para el sector agrícola la situación es aún más crítica. Los cañales se perdieron; cada hectárea con una inversión de 1 millones de colones.

A ello se le suman las plagas ya que el calor ha provocado la aparición de ratas y comején por eso las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) destinan recursos para combatir este mal.

En Guanacaste la población reclama al gobierno que pese a que hace un año se firmó un decreto de emergencia con 14 mil millones de colones aún no se han repartido.

La emergencia nacional aplica en 11 cantones de Guanacaste, 5 cantones de Puntarenas y 3 cantones de Alajuela.