POR Juan José Herrera | 20 de enero de 2024, 10:00 AM
Monteverde elegirá este próximo 4 de febrero al primer alcalde de su historia, con el reto mayúsculo de llevar a las urnas a un electorado mayoritariamente joven.
La estadística de las elecciones municipales en Costa Rica arroja que son las personas menores de 39 años las que menos se acercan a votar: en los pasados comicios locales ese grupo etario representaba el 48% del padrón (3.398.338), pero solo el 15% (520.875) cumplió con ese deber cívico.
El problema para Monteverde es que, de sus 3.847 electores inscritos para febrero próximo, la mitad son menores de 39 años (49,54%), y su pasado inmediato tampoco es prometedor.
En 2020, cuando votó por última vez como distrito de Puntarenas, solo salieron a votar 1.763 (51,41%) de los electores inscritos.
Sus cifras están lejos de ser sorprendentes: Las elecciones municipales son reconocidas por su elevado abstencionismo, con un 63,74% total hace cuatro años.
La diferencia para Monteverde, en comparación a otros tantos cantones que luchan contra esa apatía electoral, es que su elección marcará el punto de partida de la nueva municipalidad.
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Los puntarenenses elegirán al primer alcalde de su historia el próximo 4 de febrero. Solo tres partidos se interesaron por disputar el voto de sus 3.847 electores.
El anhelo de la comunidad es que ese gobierno local, y su prometida independencia, permitan aprovechar la riqueza del cantón y ahora sí enfocarla en las prioridades inmediatas: caminos, salud y educación, puntos de partida de un desarrollo que hasta ahora depende solo del turismo.
Entre esas necesidades, están temas básicos como la posibilidad de una atención médica 24 horas o la atención pronta de accidentes y otros temas policiales, que hoy dependen de la voluntad del cantón central de Puntarenas.
El temor de los monteverdenses es que esa elección tan importante podría recaer en muy pocos, porque con el electorado más pequeño de todo el país, el futuro alcalde o alcaldesa podría ganar esa elección con una cifra ínfima, y dictar el rumbo del cantón sin una verdadera representación popular.
Reflejo de esto es que solo tres partidos se disputan la silla grande de la nueva municipalidad, que entrará en funciones a partir de mayo próximo, cuando el cantón 83 del país estrene a su nuevo, y primer, gobierno local.