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La mayoría de corredores buscan el mejor calzado para hacer una maratón. Las tenis tienen costos elevados y las principales marcas se pelean un mercado cada vez más grande. Especialmente en este segundo semestre del año, cuando se avecina la época de las competencias más prestigiosas en esta disciplina a nivel mundial.
De ahí que cualquier persona se sorprenda al escuchar que una alguien consiguió completar la prueba madre del atletismo (42.195 metros) con unos zapatos de vestir. Lo primero que viene a la mente son todas las complicaciones que derivan de esa decisión, pues utilizar un calzado inadecuado hace que la fricción de cada paso no solo le genere ampollas al atleta, sino también calambres e incluso lesiones.
Cuenta la leyenda —que, por cierto, es totalmente verídica— que el atleta guatemalteco Mateo Flores escribió una de las páginas doradas en el deporte centroamericano cuando ganó la prestigiosa maratón de Boston con unos humildes zapatos de vestir. Sí... así como lo lee: con la fricción del sudor de sus pies, con unos ásperos zapatos en cada paso que dio.
Compitieron 156 corredores y el chapín logró cruzar la meta de primero con un tiempo —me corrigo, quiero decir un tiempazo— de 2 horas, 31 minutos y 53 segundos.
Y esta imagen es la mejor prueba de ello, pues pasó a convertirse en una de las fotografías más emblemáticas en la historia del deporte mundial porque muestra, en la zancada, las zapatillas negras de Flores.
Pero en la competencia no solo destacó esa particularidad: su nombre completo es Doroteo Guamuch Flores, pero a los comentaristas les costó pronunciarlo, según relata una publicación de La Prensa Libre. Así que decidieron cambiarle el nombre a uno más sencillo: Matthew.
"El ganador de la edición 56 de la maratón de Boston es Mateo Flores de Guatemala", anunciaron los comentaristas aquel día en los altoparlantes de la carrera.
Durante todo el evento, los aficionados no dejaron de apoyar al guatemalteco quien, con su humildad, se ganó el apoyo del público.
Luego de la gesta deportiva, Flores regresó a suelo chapín el sábado 3 de mayo de 1952 y su retorno fue una verdadera locura. Fue recibido en hombros y se convirtió en toda una celebridad.
Tras ganar en Boston, se le puso el nombre de Mateo Flores al estadio más importante de Guatemala.
De hecho, el 8 de agosto de 2016, el Congreso de la República de Guatemala presentó una iniciativa de ley paracambiarle ese nombre al estadio y, en su lugar, utilizar el original: Doroteo Guamuch Flores.
El argumento que motivó el cambio fue "proteger y reconocer el nombre real y verdadero del ilustre deportista". Por eso, a partir de ese año, el estadio oficialmente cambió su nombre.
El atleta falleció el 11 de agosto del 2011, pero sin duda su legado permanecerá perenne entre los amantes de la maratón.