POR Teletica.com Redacción | 8 de marzo de 2014, 3:25 AM

La equidad de género en la economía sigue con grandes brechas a pesar del alto nivel educacional que las mujeres poseen. El dato lo reflejó un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (MEC) en su Encuesta Continua de Empelo (ECE).

Para el segundo trimestre del 2013, se identificó que en la zona rural los hombres incorporados a la fuerza de trabajo tienen menos  años de escolaridad (7,4) en comparación con las mujeres (9,0). Aunque menor, en la zona urbana la brecha se mantiene, los hombres poseen 9,7 y las mujeres 10,9.

En cuanto a repartición de empleos, en la zona rural se observa que los hombres concentran el 58% de los trabajos y las mujeres un 42%. En tanto, en la zona urbana, los hombres tienen 67% de los empleos mientras que las mujeres caen a un 33%

Por su parte, el Decimonoveno Informe Estado de la Nación, indica que una mujer de 15 a 24 años tiene 4,9 veces más probabilidad de estar desempleada que un hombre adulto. Incluso mujeres de 25 a 35 años tienen un 3,1.

Si hablamos de salarios, la segunda Encuesta de Hogares (Enaho) 2013, señala que la desigualdad salarial de género se incrementó el año pasado. La mujer pasó de un 14% a un 16%.

Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), en el 2012 la tasa de desempleo abierto fue de 7,8% y afectó especialmente a las mujeres (10,2%).

Por otro lado, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo en el año 2009, a 18 países de Latinoamérica -entre ellos Costa Rica- encontró que los hombres ganaban entre un 9% y un 27% más que las mujeres.

Factores que inciden

“Los más altos puestos los tienen los hombres” así lo asegura Roxana Morales de la Escuela de Economía UNA.

Esta profesional ha estudiado a fondo el tema y explica que esta brecha varía mucho por el tipo de empleo en que se ubica la mujer. Algunas son mal pagadas a pesar de tener mejor educación, la mayoría quedan como asistentes o secretarias. Ante esta realidad los hombres siempre tienen los más altos cargos.

Además, existe una presión negativa por parte del hogar (madre-hijos-esposo) que imposibilita a la mujer a desarrollar su rol como profesional. Así como una baja autoestima, ya que la mujer tiende a pensar que debe cumplir primero en casa y duda de su capacidad para cubrir ambos cargos.

Las mujeres se dedican más al comercio y reparación; enseñanza y salud; y trabajar en el hogar.