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Sarampión, la enfermedad más contagiosa, resurge con el descuido de las vacunas
Costa Rica detectó un caso del virus el pasado viernes, mientras que Europa se multiplicaron por 30 los diagnósticos por este padecimiento durante 2023.
Dos especialistas temen un aumento de casos de sarampión en Costa Rica este año, tras la reciente propagación del virus en Europa y la detección de un contagio en el país, semanas atrás.
Ese contexto, sumado a una baja en la vacunación de poblaciones susceptibles, así como el alto flujo de turistas, despiertan alguna preocupación en el jefe del Servicio de Infectología del Hospital México, Álvaro Avilés Montoya, así como en la viróloga de la Universidad de Costa Rica (UCR), Eugenia Corrales Aguilar.
"Como posibilidad existe. Como probabilidades, con la información disponible, creo que es una probabilidad baja. Pero si sabemos que puede suceder, yo creo que no podemos dejar que pase. Hay que hacer todo lo necesario para evitarlo", aseveró el médico en entrevista con Teletica.com.
Por su parte, la otra experta mencionó: "Es probable que veamos más casos. Ojalá no sea una alerta fuerte".
Avilés Montoya optó por insistir en la necesidad de adoptar acciones que permitan evitar el resurgimiento de esta enfermedad; destacada como una de las más contagiosas.
"Yo esperaría que la balanza se incline a favor de las medidas preventivas, porque vea usted que el número de casos en Europa no ha tenido una repercusión medible o por lo menos reportada significativa en América Latina o en otros países. Sin embargo, es una luz amarilla, es una luz de alerta que nos está diciendo: puede deteriorar, se puede agravar", destacó el doctor.
En tanto, Corrales recordó que el sarampión "era una enfermedad a punto de erradicarse", pero que ha vuelto a emerger de la mano con la desinformación surgida alrededor de las vacunas que estalló con la pandemia del COVID-19.
"Vamos a tener posiblemente importaciones de casos, por lo turístico. Debe hacerse un círculo protector para evitar contagios", destacó la especialista para luego insistir que el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) deben hacer campañas para captar a las personas que están pendientes de inmunizarse, así como para reforzar a las personas con mayor riesgo de complicación en caso de contagio.
De la mano con lo anterior, Avilés hizo un llamado especial a la población, pues considera que la respuesta de las instituciones del Estado ha sido adecuada.
"Siempre se ha dicho en salud pública que es más barato prevenir que atender, o prevenir que curar. Cuando se pone en una balanza la práctica vacunal y usted lo contrapone contra lo que significan los ingresos de turismo, yo creo que está muy justificado sostener la economía que el país está necesitando tan desesperadamente. Desde ese punto de vista, entonces aprovecharía yo las circunstancias para volver a educar a la población sobre la importancia de esta y otras vacunas, para tratar de hacerle entender a la gente que cree diferente y que tal vez sus creencias están equivocadas con base en la evidencia", resaltó el médico.
El doctor recordó que, con los inmunizantes, el país tendrá una ganancia a años plazo, más allá de la respuesta inmediata que pueden generar ante un surgimiento de contagios.
Al respecto, la cartera sanitaria tiene prevista para abril próximo una campaña de inmunización para menores de entre 1 y 10 años de edad.
Vigilancia epidemiológica
El viernes anterior, la Caja de Seguro Social anunció un fortalecimiento de sus procesos de prevención y control del virus del sarampión.
Lo anterior se da 15 días después de que se confirmara un caso de esta enfermedad en San Josecito de San Rafael.
Esta respuesta se articuló con el Ministerio de Salud, así como el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa). La misma tiene como propósito lograr una pronta detección y debida atención ante la aparición de futuros contagios sospechosos.
Valga recordar que el último caso autóctono de sarampión en Costa Rica se dio en 1999. Entre 2003 y 2019, el país registró 13 contagios importados que fueron controlados sin la aparición de casos autóctonos.
La médica de Vigilancia Epidemiológica de la entidad administradora de los hospitales públicos del país, Leandra Abarca Gómez, enfatizó en que el sarampión es altamente contagioso, pudiendo enfermar hasta 18 personas a la vez por cada caso positivo.
"Se transmite vía respiratoria, a través de pequeñas gotas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas, y puede llegar a tener complicaciones severas, como lo son la neumonía, ceguera o procesos inflamatorios cerebrales. En los casos más graves puede provocar incluso la muerte", explicó la doctora.
Esta enfermedad tiene como síntomas más frecuentes el sarpullido (inicia en la cabeza y desciende hasta distribuirse en el resto del cuerpo), fiebre, malestar generalizado, dolor de cuerpo, tos y conjuntivitis.
El sarampión puede afectar de manera más agresiva a población susceptible como, por ejemplo, enfermos de cáncer, personas inmunosupresas, adultos mayores, embarazadas y niños no vacunados.
La principal medida de prevención es la vacunación en menores. Además, como con cualquier otra enfermedad que se transmite por vía respiratoria, algunas medidas complementarias que ayudan a disminuir la transmisión son el uso del protocolo de estornudo y tos, el uso de la mascarilla, la ventilación de espacios y la limpieza de superficies.
Al respecto, el doctor Elvis Delgado Delgado, también de Vigilancia Epidemiológica, recordó la importancia de la vacuna contra el sarampión, la rubeola y las paperas, que forma parte del esquema básico en Costa Rica para la población infantil, con una primera dosis a los 15 meses y la segunda dosis a los 4 años de edad.
La que se planea sería la cuarta campaña extraordinaria de vacunación, después de las efectuadas en 2001, 2011 y 2019, según el médico.
Dentro de la labor que realizan los equipos técnicos interinstitucionales para la vigilancia epidemiológica de esta enfermedad, destacan las búsquedas activas por laboratorio, comunitaria e institucional.
La realización de estas estrategias permite una posible y temprana detección para así activar el sistema de vigilancia con su respectiva investigación y seguimiento del caso.