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La niña que siempre cuidó de otros ahora lidera un hospital pediátrico
La doctora Olga Arguedas se crio en Barva de Heredia, rodeada de muchos niños. De ahí nació el amor por cuidar a los demás, en especial a los más pequeños.
¿Quién, siendo un niño, no hizo lo imposible por quedarse jugando con sus amigos? Uno de esos, sin duda, era Daniel Calderón, actual viceministro de Seguridad y director de la Fuerza Pública. Lo curioso es que, para lograrlo, tenía que esconderse del policía del barrio.
El oriundo de Los Lagos, en Heredia, asegura que siempre fue un niño muy bueno, introvertido y callado; pero cuando se trataba de jugar bola con su grupo de amigos, la historia era otra.
"No me lo va a creer, siempre teníamos problemas, en ese tiempo todavía existía la Guardia Rural, que ahora está unificada y es Fuerza Pública. En Los Lagos teníamos un oficial, que tenía una caseta y salía a hacer recorrido en bicicleta. Como jugábamos en la calle, porque había pocos lugares para hacerlo, a cada rato teníamos que salir en carrera a escondernos porque el señor llegaba a quitarnos la bola", confesó Calderón.
Esto sucedía, sobre todo, cuando las vecinas se quejaban por el ruido. Para ellos, en ese momento, era solo una aventura infantil.
"Fuimos muy ingratos con el señor, muchas veces. Lo vacilábamos, todos salíamos en carrera, nos tirábamos la bola de un lado al otro y desaparecíamos en segundos. Me acuerdo, en un buen sentido, porque esa era nuestra mayor travesura en ese momento: esconderse del policía porque no nos dejaba jugar bola en la calle.
"Aún me acuerdo del apellido del oficial en esa época, Matarrita, un señor que luego se pensionó y tenía una pulpería en el barrio", dijo el comisario, quien agregó que fue una época muy sana y bonita de su vida, muy diferente a los tiempos actuales, llenos de riesgos, algo que "le impacta y le afecta".
En ese momento, ¿soñaba con ser policía?
Yo vengo de una familia de policías (abuelo, papá y tío), entonces siempre tuve una cercanía directa con la profesión y, por supuesto, una inclinación a eso. Con el paso de los años, tuve algunas dudas, no solo de hacerlo, sino que la Policía estaba dando sus primeros pasos en el ámbito profesional: era muy difícil tratar de conciliar el hecho de querer tener una carrera académica, universitaria, con la función policial.
¿Qué le diría al Daniel Calderón de esa época?
Si pudiera volver en el tiempo, le diría que aproveche esa etapa de la vida, que es muy bonita. Muchas veces, a esas edades, uno anhela crecer, avanzar rápido y desarrollar su proyecto de vida; pero en ese afán, muchas veces, uno no aprovecha la juventud, que es muy bonita. Siento que pude haber aprovechado mejor esa etapa, vivirla mejor, vivirla más.