Sucesos
Niño de dos años muere tras caer a laguna en Puntarenas
Los hechos ocurrieron durante la tarde de este lunes en la comunidad de Guacalillo.
Emerson Porras Vázquez, de 14 años, y quién era vecino de Alajuela, murió el viernes anterior, justamente cuando realizaba lo que más amaba: la natación.
Ese día fue al polideportivo Montserrat como es costumbre para hacer su práctica sin pensar en que sería su última vez en el escenario que lo hacía sentir sumamente pleno.
“Yo no pude llorar, yo no pude gritar, yo no pude hacer nada, yo solo me quedé estática sin poder hacer nada, a él le dio un paro cardiorrespiratorio, no sabemos por qué, no tenemos claro por qué él sufre eso si hace un mes le habíamos hecho un electrocardiograma, exámenes de sangre, de orina, de todo, estaba perfectamente bien, era un niño sano”, explicó Jessica Vásquez, madre del joven.
Los padres de Emerson aseguran que atraviesan hoy la prueba más dura y triste de sus vidas. La pérdida de su único hijo, quién era su inspiración total.
Afirman que, pese a la tristeza que los embarga, aceptan la voluntad de Dios.
“Mi vida giraba alrededor de Emerson, mi rutina era él, desde que me levantaba hasta que me acostaba, era por Emerson, imagínese cómo me siento ahora, no tengo una razón, solo Dios me mantiene con vida y el recordar que él amaba locamente a Dios, era un chico lleno de amor”, agregó Vásquez.
Emerson logró obtener decenas de medallas practicando la natación en juegos estudiantiles, torneos federados, y juegos nacionales.
“Ahora siento un vacío, incluso mi horario laboral estaba acomodado a la natación, yo salía del trabajo y era corra porque vamos a entrenar o vamos a tal torneo, todo giraba alrededor de él, aunque yo tengo mis sueños personales, no había nada más importante que los sueños de él, verlo como se realizó como atleta, como estudiante, es la única satisfacción que me queda”, contó Claudio Porras, su padre.
Cada uno de esos eventos, hoy sus padres lo recuerdan y aseguran guardarán en lo más profundo de sus corazones.
“Recuerdo su sonrisa, sus travesuras, sus bromas, me hacía demasiadas bromas, recuerdo sus ojitos llenos de luz, quisiera tenerlo aquí conmigo, no cambiaría nada, nada, solo quiero tenerlo acá conmigo”, concluyó su madre.
La familia de Emerson agradece a todas las personas y allegados que los ha acompañado en este difícil momento.
Esperan que su hijo sea recordado siempre como un ejemplo de disciplina, humildad, lucha. Y como el amante número de #1 de la natación, pues para Emerson nadar no era parte de su vida, fue su vida entera.