El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) desistirá de manera definitiva del mantenimiento de los 10 ascensores instalados en cinco puentes peatonales de San José.
El proyecto, que vio la luz en 2015 con un costo de $2.3 millones, cayó derrotado ante el constante vandalismo de las estructuras, que le ha costado millones al Estado sin aportar los resultados esperados.
La directora del Consejo, Hannia Rosales, confirmó que analizan un último contrato de mantenimiento para habilitar los elevadores y que de la mano de este se iniciará con un proceso de análisis y diseño para, de inmediato, sustituirlos.
“Vamos a hacer una nueva contratación para atenderlos, pero es claro que pese a que hay denuncias ante el OIJ, coordinación con policía para custodiar el activo, no hay recursos para darle una escolta permanente… Entonces vamos a ver de qué forma se pueda lograr, pero es claro que el ascensor no va a dar una solución continua a las personas con movilidad reducida”, aseguró.
Rosales aclaró que al día de hoy no hay una decisión tomada sobre cómo atender el problema, pero que la opción más fuerte es la de construir las tradicionales rampas, un camino que no solo podría ser costoso, sino además complicado.
“Vamos a hacer un proyecto de diseño de estudios básicos para ver cómo podemos sustituir esa solución de elevadores por rampas, es claro que en algunos lugares habría que expropiar y determinar si es factible esa expropiación… Otra alternativa es la posibilidad de hacer pasos inferiores, pero eso es complicado porque son puntos de congestión; pero bueno, vamos a procurar por todos los medios la atención de la situación”, dijo.
“Necesitamos hacer una valoración, que es lo que le solicité al gerente de área, que hiciera un aproximado de cuánto requeriríamos para esa contratación y pedir posiblemente un presupuesto extraordinario para principios de año”, finalizó Rosales.
Los elevadores están ubicados en puentes peatonales de la Sabana, Hatillos, La Uruca, Tres Ríos y Zapote.
Tras seis años de haber sido instalados, la gran mayoría han pasado fuera de funcionamiento debido a daños derivados del vandalismo.