POR Sergio Arce | 28 de enero de 2016, 12:30 PM

Al ritmo de calipso y baile fue despedida, este jueves en la mañana en Limón, Zita Mairena Amador, una de las 13 costarricenses que murieron en el naufragio que ocurrió en aguas del caribe de Nicaragua.

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Tal y como ello lo expresó en vida, si ella moría su deseo era que se le despidiera con la alegría y sabor de su amada provincia del Caribe, donde trabajó en la Dirección Regional de la Caja del Seguro Social, según relataron sus familiares.

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Los hijos de Zita -de 63 años- llegaron a las oficinas de la Dirección Regional -de donde se pensionó- con sus cenizas y dos cuadros con su imagen sonriente, ella sonriendo, como la recuerdan allegados y amigos.

Esta amante de los carnavales de Limón y de toda expresión de la cultura afrocaribeña y abuela de siete nietos viajó sola a la fatídica excursión, en la que sobrevivieron 13 costarricenses. Aún falta por encontrar el cuerpo de un menor de 13 años.

Los cuerpos de las 12 víctimas fueron trasladados desde Managua hasta nuestro país entre el domingo y el martes.

Con información del corresponsal Marvin Carvajal.