POR Susana Peña Nassar | 14 de febrero de 2021, 8:44 AM

El Consejo de Transporte Público (CTP) está a pocos días del lanzamiento oficial de Batsë, una aplicación para “ordenar” el servicio de taxi y hacerlo más competitivo en tiempos tecnológicos.

El uso de esta herramienta será obligatorio para los 11.800 taxis de Costa Rica. El objetivo es que puedan recuperar el terreno perdido frente a otras “opciones ilegales” que se ofrecen en el país. 

Manuel Vega, director del CTP, reconoce que este es apenas un primer paso. Desde ahora trabajan para lograr tarifas que se ajusten al mercado actual y que permitan mantener a flote una actividad de la que dependen muchísimas familias costarricenses. 

La empresa contratada para operar la nueva plataforma es Trustnet Information Security S.A, que ganará 2% del 10% máximo establecido en el rubro de comisión.

¿Cómo funcionará Batsë?, ¿qué beneficios trae a usuarios y taxistas?, ¿se tomó en cuenta su opinión en este proceso? Teletica.com conversó ampliamente con el director del CTP. Repase la entrevista completa a continuación.

 ¿Cuál es el contexto en el que surge esta aplicación?

Previo a la pandemia, nosotros ya nos habíamos abocado a darles una herramienta que les permitiera dar un mejor sistema u oportunidad de brindar un servicio adecuado a los usuarios. Nuestro sentir era que el Estado había desperdiciado 20 años de algo que el legislador dispuso: nuestra ley indica, desde hace 20 años, que el CTP debe brindar los servicios de transporte público atendiendo las necesidades de los usuarios, pero también haciéndolo a través de la utilización de los mejores sistemas tecnológicos que hubiese. 

Hace 20 años, cuando el legislador propuso eso, no teníamos GPS, no teníamos una cobertura de Internet tan amplia, no teníamos aplicaciones para teléfono. Así es como nace el proyecto para los taxistas, 20 años después tenemos una forma más robusta de utilizar los mejores sistemas tecnológicos. 

Las aplicaciones que existen en el mercado ahí están, están ofreciendo un servicio de transporte a las personas. Debemos tener también claridad, que todos estos sistemas de aplicaciones, por más que nos gusten, están en contra de lo que establece la ley, son irregulares, y había una sentida necesidad y obligación institucional de dar este soporte.


¿En el proceso se les consultó a los taxistas si estaban de acuerdo o si querían utilizar una herramienta tecnológica como esa?

Hay de todo. En este momento, estamos en un proceso de ir capacitándolos: ir despejando un poco las dudas, los miedos, los temores. Recordemos también que tenemos taxistas que nos superan los 60 años y no necesariamente son personas que tienen esa destreza de manejar un aparato tecnológico como un celular. Bueno, les estamos explicando, el sistema es muy intuitivo, muy fácil, muy seguro.

Detrás de esto también está el tema de control, que debemos tener como institución. Si queremos ir a un control, tenemos que decirle a los taxistas y a los concesionarios que va a haber oportunidades de mejora, pueden readecuar, podemos corregir algunas malas prácticas que han existido en el pasado, no vamos en un proceso de persecución absoluta, porque no se trata de eso. Las cooperativas son nuestro socio colaborador en esto.

Cuéntenos sobre la aplicación, ¿qué facilidades ofrece para taxistas, usuarios y administración?

El nombre de la aplicación es Batsë, es una alocución cuyo significado es ‘de color rojo’ o ‘rojo’ en lengua cabécar de la Alta Talamanca. La idea era que tuviera una similitud a la hora de decir taxi y, al mismo tiempo, que tuviera un significado interiorizado, el hecho de que los taxis son de color rojo.

La aplicación no es distinta a las que podríamos conocer en el mercado, le va a permitir al usuario solicitar el servicio, conocer la ruta, tener referenciado el precio, la tarifa que establece. Nosotros ya estamos en los detalles finales de la revisión de los algoritmos con la Aresep. El usuario va a poder ver la fotografía del taxista, la información del número de placa del taxi que lo va a recoger, va a quedar en su teléfono el número o la forma de contactarse con el taxi si, eventualmente, hay alguna discrepancia o si se nos olvidó algo. El usuario va a poder pagar directamente a través de la cuenta, por SINPE, en efectivo, puede tener el taxista un “monedero inteligente”.

Para el concesionario, lo más importante es el hecho de que ahora sí, ya van a tener un sistema bastante robusto, adecuado para ellos. Hicimos un proceso con la participación de alguno de los dos bancos del Estado, en este caso con el Banco de Costa Rica (BCR), que ofrece para este servicio la menor tasa posible de las transacciones, porque hay que cuidar el dinero del usuario y la platita que debe ganarse el taxista diariamente. 

El taxista va a tener la oportunidad de hacer sus ahorros programados para estar al día con la revisión técnica, con la Caja, con las pólizas. El interés que hay detrás de esto es que ellos ya aparezcan en nuestros sistemas bancarios como una persona sujeta a crédito, para que tenga la oportunidad, poco a poco, de sustituir ese vehículo.

El proceso para dar seguimiento a las denuncias de los usuarios, ¿también está contemplado en la aplicación?

Los usuarios, una vez terminado el trayecto, van a poder evaluar el servicio y a nosotros en el sistema nos entra inmediatamente esa evaluación y les llega también a las cooperativas con las que vamos a hacer convenios para, entre todos, mejorar la calidad del servicio: que sea fácil, seguro y confortable para todos.

¿En qué estado está este proyecto?, ¿cuándo lo van a lanzar?

Nosotros estaríamos esperanzados de que en dos semanas ya hagamos un lanzamiento formal. Estamos en conversaciones con las autoridades correspondientes, tanto Aresep, MOPT y otros involucrados, como el BCR, precisamente para que todo nos quede bonito y podamos ofrecerles ya esta herramienta a todos los usuarios.

¿Requisitos para utilizar la aplicación?, ¿quiénes pueden utilizarla?

Nada más los concesionarios del servicio. En algunos casos, está establecido también que puedan conducir el taxi personas que tienen licencia específica para taxi, que tienen esa experiencia y que el concesionario o el conductor va a poder inscribirse como tal. Cuando una persona pide el servicio va a darse cuenta quién es el concesionario y quién es, según el horario, el conductor que le va a dar el servicio.

¿La plataforma tecnológica tiene algún costo para choferes o concesionarios?

Tiene un costo para los concesionarios. Nosotros tuvimos ese cuidado, que es elemental. Nos comentan, no nos consta, que ahí afuera las aplicaciones andan por el orden de comisiones del 20%, 25%, 30%. Nuestro servicio es un servicio esencialmente social.

En este caso de taxis, tuvimos ese cuidado. Nosotros pusimos un techo, un techo de comisión del 10%, no puede pasarse de ese 10% y está desglosado para qué es, cómo se utiliza el dinero y cuáles gastos se aplican. Ahí hay que tener datos para lo que es la utilización de mapas georreferenciales que otras aplicaciones en el mundo dan, hay que pagar una comisión por eso; las comisiones bancarias, las comisiones administrativas y también la ganancia del operador que nosotros hemos contratado, esa ganancia anda en dos puntos porcentuales: de ese 10%, solo dos puntos porcentuales es la ganancia específica que puede tener la empresa.

Quisimos hacerlo de esa manera y así de riguroso porque es la platita de cada concesionario, de cada taxista, es “su sudada de espalda”, pasan 10-12 horas trabajando y ellos tienen que tener al final del día la ganancia para darles de comer a sus familias.



¿La tarifa se mantiene igual?, ¿es lo mismo pedir un taxi por aplicación que montarse en la calle?

La tarifa tiene que estar referenciada por los estándares que establece Aresep, no puede ser una tarifa todavía distinta. Estamos trabajando con la Aresep un nuevo sistema metodológico de tarifas que implique, esa es la idea, una rebaja en esas tarifas y que sea un poco más competitiva. Recordemos siempre que la competencia es sana, siempre y cuando quienes ofrecen esa competencia estén en igualdad de condiciones.

He sostenido de manera pública que las otras aplicaciones van en una circunstancia de burro amarrado contra tigre suelto: no se les pide doble visita a Riteve, no están obligados a las pólizas que exige el CTP. Recordemos que se transportan personas, ni es una mata de plátano ni es un rollo de alambre de púas, son personas. Quien esté ahí afuera, solicitando el servicio de transporte, tiene que tener la garantía básica, elemental, de que una póliza lo va a cubrir en caso de un accidente grave.

Entonces, si la tarifa no varía, ¿el concesionario sacrifica ese 10% para la plataforma?

Lo sacrifica para él mismo, el servicio es para él mismo, los objetivos son para él mismo. La tendencia tendría que ser más a largo plazo o mediano plazo, depende de cómo lo veamos, para que ese porcentaje vaya reduciéndose aún más. ¿Por qué? Porque las comisiones se pueden ir reduciendo todavía más. Si nosotros logramos que la Aresep también haga un cálculo de metodología distinto, que signifique que los viajes sean más económicos para los usuarios y hacemos que las personas más viajen en ese sistema de transporte público, las tarifas tendrían que ir tendiendo a la baja.

 
¿El uso de la plataforma será obligatorio para brindar servicio de taxi?

Efectivamente, es un sistema obligatorio, así está establecido en la Ley del Consejo de Transporte Público y en los contratos. Toda adecuación del servicio público tiene que ir de la mano con un acompañamiento, no va a ser algo que de la noche a la mañana salgamos a perseguir porque no lo tienen. En algún momento, todavía no, está como un plan piloto el tema de tener dentro del taxi el taxímetro, que conocemos todos como ‘María’, o también el taxímetro digital o virtual que tenemos en la aplicación: se van a utilizar los dos hasta que hagamos un proceso de transición de uno con el otro.


¿Cuál es su mensaje a las personas que tal vez se resisten a utilizar esta herramienta tecnológica?

Siempre existen algunos miedos. Tengan plena seguridad de que el CTP, por lo menos en esta oportunidad, quiere darle al taxista la posición que merece. Tengan plena seguridad, además los usuarios, que ellos son un factor importantísimo en esta planificación del viaje. Si queremos viajes fáciles, seguros y confortables, tenemos que acuerparnos entre todos y lograrlo. 

No es posible que el taxista haya sido desatendido durante tantos años, que vinieran otros sistemas alternativos de transporte al público, que han erosionado la seguridad y el confort: creemos que eso es seguro y confortable cuando no lo es y el Estado es llamado primero a corregir esto, a ponerle cuidado y atender la obligatoriedad que dispuso el legislador en la ley. El taxista debe sentirse protegido, no va a ser sencillo, no va a ser fácil, va un proceso de acompañamiento bastante fuerte. Acerquémonos, digamos que sí, demos ese paso.

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